Restaurantes y cafés en Guanajuato

Casi frente al Teatro Cervantes, se encuentra este restaurante de comida libanesa. Cuando pasé la puerta de madera me percaté del tamaño, es pequeño pero sus paredes tienen elementos florales azules y verdes que lo vuelven acogedor. Del lado derecho está la barra con tres sillas y detrás la cocina, por lo que puedes ver como preparan todo. 

Buscamos un rincón lejos del bullicio y una cargada taza de café para terminar de despertar, así dimos con este pequeño sitio. No ofrecen café de especialidad y su carta de postres no es muy amplia, pero las preparaciones tradicionales –americanos, lattes y capuccinos– te despiertan por su sabor concentrado. Para aquellos que prefieren el cacao, igualmente sirven bebidas con sustanciosas dosis de chocolate. 

Es un verdadero secreto de Guanajuato localizado entre las calles De arriba y De enmedio, así tal cual. Su consigna es que los comensales convivan sin estar pegados al celular. La especialidad aquí son las pizzas al horno. Te recomendamos la frida kahlo, tiene blueberries, palmito, queso de cabra, y hongo portobello. También prueba los pepitos de rib eye, consisten en una baguette con arrachera, portobello o chorizo argentino, combinan perfecto con una copa de vino.

A unas cuadras de la Universidad de Guanajuato se encuentra este restaurante con un espíritu ecológico que se nota desde fuera. A diferencia de otros lugares en la entrada está la barra de tragos y la cocina, que te encaminan al patio trasero, una suerte de jardín adaptado a restaurante. Me senté en una mesa que está cerca de un sistema de plantas hidropónicas. 

Recorrer las calles poco transitadas de Guanajuato y perderse en ellas tiene su recompensa: gelatos y sorbetes artesanales. Al salir del Templo de San Roque caminamos en sentido opuesto al que llegamos y dimos con un rincón fresco en sabor y ambiente. 

Hay desde tacos de guisado hasta las tradicionales fondas de tres tiempos, pero te recomendamos los Mariscos Mecio, que ofrece tostadas de ceviche por $15 y caldos de camarón por $90. Pero si quieres algo más tradicional, prueba las guacamayas (torta de chicharrón) frente a la entrada del Mercado.

Cuando el director Park Chan-Wook fue homenajeado en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, en 2012, visitó este restaurante para darle el visto bueno al menú. Por fuera se distingue por la bandera de Corea que sale de uno de sus balcones y el gran dragón de cartón que custodia su entrada. Por dentro brilla gracias a sus platillos, como la pizza coreana –una base de huevo con variedad de vegetales y trozos de carne y mariscos– que se acompaña con una salsa dulce y otra de soya. 

Tal vez es el primer café de especialidad de Guanajuato, el cual ofrece métodos de extracción alternativos a los clásicos como prensa francesa, aeropress, sifón japonés, dripper/VGO, chemex y halita. El local posee una barra y varias mesas con diseños frescos que te invitan a quedarte por un largo rato. 

Cuando llegué a Guanajuato pregunté por un restaurante para comer, varios me recomendaron Santo Café, así que me lancé para comprobar su fama. El local se encuentra en un callejón, en el Puente del Campanero y para entrar debes cruzar (obviamente) un puente, en el cual hay tres mesas. Cuando llegué había bastante gente, así que tuve que esperar 30 minutos.