Un punto de interés gastronómico en la Roma denominado como "cocina de campo", también por la concepción del espacio. La decoración e iluminación están en manos de Walter Meyenberg, junto con el apoyo del arquitecto Juan Pablo Wolffer.
Lo más interesante del mobiliario de Huset es que utilizaron materiales crudos y maderas. Además reciclaron mobiliario antiguo que ya estaba en la casa. La reutilización y los materiales orgánicos fueron los parámetros principales para dar con el mobiliario ideal para el local.
El resultado final se dio de manera muy natural, según afirma Meyenberg: “hubo un momento en que solamente el espacio por sí solo con las plantas, las maderas y la grava no pedía mucho más”. Se trata de un lugar que complementaron con elementos reciclados como metales, pisos, ventanas, fierro, grava y mobiliario de la casa, objetos para apreciar junto a elementos como las mesas de seis personas en la terraza, la barra o el espejo en el salón.