Fonda Marina
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

15 Restaurantes de la CDMX recién reseñados

Conoce los nuevos lugares para comer en la Ciudad de México reseñados por nuestros expertos de forma anónima

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¿Quieres descubrir nuevos lugares para comer? Sabemos que tienes tus favoritos, pero siempre te puedes sorprender por los nuevos proyectos gastronómicos en la ciudad. Encuentra los nuevos restaurantes que visitamos en diferentes zonas de la CDMX. 

15 Lugares para comer en la Ciudad de México recién reseñados

  • Japonesa
  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
¿Qué es? Un speakeasy, sushi y bar donde el kuidaore (palabra japonesa que significa “comer bien y rico”) se manifiesta en las creaciones de la chef Karla J. González y del chef Germán Caravallo (Arda). Hay cocina caliente, ahumados con robata (asador japonés) y sushi. ¿Por qué nos gusta? La personalidad del lugar se refleja en la historia de la "cueva", un espacio en el sótano de Maison Celeste que, oculto, crea una atmósfera íntima. Uno de los platillos estrella son los dumplings de birria con salsa macha y ostión que, maridados con el Yamata Spritz con hoja santa, son una excelente entrada para los platos fuertes. Nosotros pedimos unas brochetas de pollo asadas en robata que les da un ahumado especial para disfrutar junto a una sopa miso picante. Comenzamos con el sashimi, donde la lubina, el salmón y el caviar no podían faltar. También conoce: Lempicka Bistró, una galería con curados vinos  Después llegó el Oni roll con camarón, aguacate y pepino, bastante fresco y bien presentado, para terminar con un rollo sellado de atún marinado en ciruela y soya. El menú es sencillo, pero perfecto para una cita o salida casual. Cerramos la velada con un mochi y el drink que nos cautivó, el Darama, que lleva sake y frutos rojos. Pide un carajillo para finalizar y deja que la selección del DJ, pasadas las 7pm, cambie el ambiente del lugar. Time Out tip: Pide que la ceremonia de omakase se realice en la barra y pregunta por el sake de la casa. Camina cerca de la cortina, entra y nos...
  • Mexicana
  • Condesa
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Encontrar nuevos lugares en CDMX no es difícil, lo complicado es probar uno nuevo y querer regresar a comer todo el menú. Eso mismo me pasó con Feral, en la Condesa, con apenas un mes y medio de operación tienen ya días con llenos totales. Frente al Parque México, este nuevo restaurante ofrece una mezcla de culturas y sabores. Cuenta con unas ventanas enormes que son parte del secreto, la iluminación natural, el aire, la música y por supuesto, la comida te harán sentir que estás en un restaurante en el Mediterráneo. El calor de estos días provoca a disfrutar un coctel como un aperol spritz, clásico y refrescante que difícilmente podría salir mal. Como entrada, pedí los ostiones kumamoto frescos ($390) venían acompañados de salsa mignonette oriental de habanero trufado y ponzu. La salsa es la clave para que los ostiones triunfen, es refrescante, picosa con un toque salado que resalta todo el sabor de los mariscos. Por recomendación del mesero, probé el ceviche con recado negro y elote tatemado ($275). Es fresco, ligeramente picante y los granos de elote intentan darle un toque crujiente, pero son pequeños y se pueden perder con el pescado. El plato fuerte también fue una recomendación: entraña a término con salsa de hongos ($785). Este plato podría tener una reseña completa… la salsa es delicada y estaba muy bien sazonada. Los hongos absorbieron todo el sabor de la salsa y de la carne, en cada mordida sientes cómo se libera el jugo. La carne podría pasar a segundo término...
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  • Mexicana
  • Polanco
  • precio 4 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
La Buena Barra
La Buena Barra
Desde hace varios años, los sabores del estado de Nuevo León son replicados en la cocina de este restaurante bar. El concepto de La Buena Barra es traído desde Monterrey y como buenos norteños, aquí brillan los cortes de carne, los tacos, los asados y los tragos. Para comer, ve directo con las recomendaciones de la casa: el chicharrón de rib eye viene servidoen un molcajete con guacamole recién hecho. Los cubos de carne son crujientes por fuera y el centro jugoso La porción es grande e ideal para compartir hasta con tres personas. Luego, el taco de jaiba es muy vistoso: servido sobre una tortilla de maíz y perejil frito. Tienen más tacos, te recoemndamos el de lechón y de lengua. También pide de entrada la cazuela de Gusanos. Su especialidad es el Burrito Puerto, que es Langosta roja, perfumada con mantequilla clarificada y envuelta en tortilla jumbo de harina casera con frijoles bayos y llega directo a la mesa en un comal móvil. Si prefieres un corte de carne, aquí tienen los buenos ejemplares norteños, desde una costilla de rib eye, hasta una caña de filete al mezcal en bloque de sal, tierno y jugoso. Entre las opciones del mar, te recomendamos el pulpo al carbón, ceviche de Totoaba y el filete de salmón con espárragos y alcachofa, con todos los sabores de la parrilla norteña. Para maridar, entre cocteles, licores y cervezas, la carta de bebidas es extensa, vale la pena preguntar por las especialidades. Te recomendamos el Sexy Motherfucker que es wiskhy con miel de...
  • Heladerías
  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Con este calorón solamente se antoja sentarse a la sombra del fresnito con un helado. ¿Qué agregarías a esa imagen? tal vez una copita de vino bien frío. Amorcita se une a la tendencia de ofrecer gelato y vino, y no podemos estar más de acuerdo con esa combinación.  La creadora del concepto es la londinense Anna Rose, quien vive en México desde hace más de tres años. Anna nos sugirió probar el de pistache, luego el de coco, luego otro y otro, hasta que tuvimos que probarlos todos. Mientras eso ocurría, Anna nos contó que cambió sus estudios de geografía para ir a Italia a aprender la ciencia del gelato y volver para hacernos las tardes calurosas más llevaderas.  La suave textura del gelato es muy especial y aquí se nota la escuela italiana, además de que usan ingredientes naturales y de temporada. Tres favoritos de los clientes asiduos son el de chocolate oscuro, el de sal y aceite de oliva o el de plátano. Aunque igual podrías encontrar sabores locos como palomitas, té tailandés, incluso tabaco.  El gelato se combina con el amor de Anna por el vino. En Amorcita siempre habrá una pequeña pero bien curada selección de algún tinto, blanco, espumoso, naranja y hasta sidra natural. Algo que se agradece es que hay copas desde 150 pesos. Algo cada vez menos visto en los wine bars de la ciudad.  Te recomendamos: Lempicka Bistro
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  • Libanesa
  • Cuauhtémoc
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Siempre sorprende que la Cuauhtémoc sea una colonia tan tranquila y familiar inserta entre caóticos ejes viales. En estas calles no es difícil encontrarte por casualidad verdaderos refugios cuyos sabores sorprenden a la vez que te aislan del ajetreo, tal como me pasó con Manú. Lo que me interesó fueron los frascos de especias en las paredes y los libros de cocina libanesa.  Además de la barra de café y mezclas de té muy interesantes, en esta cafetería se especializan en el manushe, un bocadillo libanés que generalmente consta de un pan pita hecho al momento, con bastante polvo de zaatar o alguna otra hierba aromática y aceite de oliva.  Enseguida nos explicaron que, de las opciones de la carta, el más tradicional es el de queso y zaatar, mientras que el resto juega entre ingredientes de Oriente Medio y otros mucho más locales. Pedimos el de alcachofa con jocoque y el de cordero, ambos llegaron con un par de chiles güeros, un poco de espinaca, jitomate y pepino (toppings que todos traen de cajón). Mientras el de alcachofa tenía un sabor sutil (nada que un poco de salsa macha no levante), el de cordero era mucho más intenso y, si te gusta lo agridulce, te va a encantar el toque de melaza de granada.  Aunque no es algo común en Líbano, también se aventuraron a hacer manushe dulce, como el de pistache o el de mermelada de moras, requesón y miel, pero lo que verdaderamente nos hacía ojitos fue el pan dulce de la vitrina, de donde te recomiendanos las galletas de la casa.  Tip:...
  • Coreana
  • Granada
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
¿Qué es? Dentro del centro comercial Miyana está un restaurante de parrilla coreana con salas de karaoke privadas tipo norebang.  ¿Por qué nos gusta? Todos los espacios son muy amplios y las grandes mesas permiten que coloques cómodamente los numerosos platitos de banchan (acompañamientos), además de las entradas o sopas, pero lo más divertido es vivir la experiencia de asar carne en la parrilla al centro.  No te preocupes si no ves extractores de humo, las mesas están diseñadas para que nunca se acumulen los vapores de las parrillas. El otro gran atractivo son las salas de karaoke temáticas en el segundo piso, que puedes elegir según la cantidad de personas que lleves. Una es como un baño con tina de burbujas o una sala elegante.  ¿Qué comer? De entrada, los Yubuchobab, que tal vez suene raro por que son unos paquetitos de tofu frito rellenos de arroz y coronados de carne o tocino, pero créenos, los debes probar. Otro que te encantará si eres de picante es el Tteokbokki, un plato rendidor con pastelitos de arroz y láminas de pescado bañados en salsa de chiles coreanos gochujang. Si pides cortes de carne de res o cerdo marinada para la parrilla, la forma más tradicional es sacarla cuando esté cocida, agregar un poco de kimchi o algo de los acompañamentos y hacer paquetitos con las hojas de lechuga fresca.   Tip: Para hacer la experiencia más auténtica, pide el Somaek, es decir la mezcla de un shot de soju (licor de arroz) con una cerveza coreana.  Te recomendamos:...
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  • Juárez 
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
¿Qué es? Lugar que se aleja de la cocina de autor para inspirarse en las raíces cantineras del chef, empleando técnicas francesas y fusión de sabores mexicanos. Ah, sí, también es una galería de arte con una selección de vinos perfectamente curada.  ¿Por qué nos gusta? El chef Raúl Valencia (Pehüa, Ostreria 109) invita, con su cocina y la barra que le acompaña, a disfrutar en la mesa lo que ves en las paredes: arte. La intención del chef es que vivas toda una experiencia de sabores, si bien inspirada en el fine dinning, desde que pruebas el menú de degustación, sabes que el lugar va de pasar un buen rato, claro, con sus eclécticas sorpresas. Nosotros probamos ostiones frescos con mignonette de limón, sope de carnitas de pato con cenizas de mole, un raviolli relleno de alcachofa en salsa de queso con plátano dominico, y lo más atrevido en presentación; pesca del día bañada en algas con espirulina que dotan el mole de color azul. La presentación y el método de los platillos intentan cautivar al consumidor con texturas, sabores y colores. Todo se consigue. Resaltamos la importancia que el chef Valencia otorga a los ingredientes mexicanos, pues el menú de Lempicka Bistro se asemeja a un recorrido por México; desde San José del Cabo, Querétaro y hasta La Merced, se respalda y se experimenta el producto autóctono.  El cierre se completa con el postre y el postre más dulce, con las crepas servidas con helado y rasguños de naranja con crème fraiche. Debes poner especial atención a...
  • Panaderías
  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Acaba de llegar a la CDMX una institución de donas californianas, seguramente las reconocerás por su histórico local en Inglewood, sobre el que hay una dona gigante de color café, el cual ha aparecido en varias series y películas, desde Marcianos al Ataque y Arrested Development hasta Iron Man 2 y, por supuesto, fueron inspiración para las donas que aparecen en los Simpsons.  Randy’s lleva desde 1952 en la producción de donas súper esponjosas por su masa ligeramente fermentada, desde las clásicas con un delgado glaseado de azúcar, o las de chocolate, aunque sin duda las más famosas actualmente son las favoritas de Homero Simpson, con glaseado rosa y chispas de colores (inserte audio de "mmm...rosquillas"). De estas tienen una versión XL, regalo ideal para tu amigo que se sabe todos los diálogos de la serie animada.  Pero la cosa no acaba ahí, vas a encontrar decenas de donas distintas: rellenas, garras de oso, apple fritters, long johns y una amplia variedad de sabores como matcha, maple y churros o red velvet. Todo lo podrás probar en su nueva sucursal de la Roma, donde también tienen barra de café frío, caliente y malteadas.  Te recomendamos: Austin Donut Company
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  • Condesa
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Dentro del hotel Casa Cuenca en la Condesa hay una propuesta original y nutritiva desde la mañana hasta la noche. Maleza es un nuevo restaurante al que puedes entrar sin ser huésped; el ambiente cerrado tiene una vibra muy femenina, pero si quieres algo más fresco síguete hacia el patio trasero de la casona, un espacio rodeado de plantas. La cocina de Maleza apuesta por la sustentabilidad del producto. Lo primero que nos explican es que todos los ingredientes, incluso toda la carta de vinos, son orgánicos y de pequeños productores mexicanos. El menú fue creado por la chef Christina Lecki (, quien combina estos lindos productos con técnicas europeas para crear platos delicados donde brille la frescura de los vegetales.  Nos aventuramos a probar las cenas, pero ya queremos volver a probar su carta de desayunos.  5 imperdibles de Maleza   1. Crepa de Garbanzo La porción es apta para compartir entre dos, además de súper nutritiva por la proteína que aporta el garbanzo, además de los trozos de coliflor y ranch casero por encima.  2. Cheesecake salado  La chef creó una versión salada del cremoso pastel de queso, se complementa con un escabeche de hongos con verduras, y otros hongos crocantes, lo que hace un juego de texturas muy interesante.  3. Robalo con hoja santa El plato llega envuelto a tu mesa, abre el paquetito y encontrarás el humeante pescado blanco bañado en salsa beurre blanc, con hoja santa y chochoyotas de maíz 4. Budín de manzana Los postres de Maleza son...
  • Cafés
  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Este pequeño local en la Roma concentra mucha admiración hacia la nación del sol naciente. Un viaje a Japón cambió la vida de Gianna y Adrián. Tras pasar unas semanas recorriendo sus calles y probando sus delicias, regresaron a México, pero pronto la nostalgia de aquellos sabores fue tan grande que se les ocurrió la idea de poner su propia cafetería japonesa a la par de sus trabajos.  En San lo más importante es la calidad del matcha. Les gusta hacer a cada cliente una pequeña demostración de la ceremonia tradicional para tomarlo, con utensilios que trajeron de su viaje, en la que explican cómo reconocer un té de calidad; ya que muchas veces la gente que piensa que esta bebida "sabe a pasto o es intomable" es porque solo han probado unos modificados o de mala calidad.  En su caso, el matcha ceremonial es importado de la región de Chūbu, en Japón, sin endulzantes ni aditivos; cada bebida tiene 4 gramos de polvo de matcha. Partieron de esa base para crear un variado menú de bebidas como la de yuzu o agua de coco, y algunas con fruta natural que ellos mismos preparan, de esas te recomiendo la de fresa.  Del lado de la comida, hay sandos dulces y salados, todos con el pan cuadrado, típico de estos sándwiches, hecho por una panadera japonesa. Los primeros llevan frutas o rellenos originales como frijol dulce, crème brûlée o pay de fresa. Probé uno de helado con plátano, de dulzor controlado y que contrastaba perfectamente con el pan tostado. Tip: el pan también lo puedes pedir...
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