¿Quieres descubrir nuevos lugares para comer? Sabemos que tienes tus favoritos, pero siempre te puedes sorprender por los nuevos proyectos gastronómicos en la ciudad. Encuentra los nuevos restaurantes que visitamos en diferentes zonas de la CDMX.
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15 Lugares para comer en la Ciudad de México recién reseñados
Ningún otro plato tiene el poder de hacernos sentir tan apapachados como un humeante caldito caliente. Aun si no estamos enfermos, un caldo reparador siempre se agradece. No es gratuito que haya cientos de preparaciones acuosas a lo largo del país, desde el caldo de res norteño hasta la sopa de lima yucateca.
Marco Cariño y Lisset Montes se vieron desanimados en su búsqueda de lugares que ofrecieran comida nutritiva y a buen precio, por ello se volcaron a investigar sobre caldos para hacerlos ellos mismos en un pequeño local de la Doctores.
Su objetivo era justamente crear un menú breve pero que volviera a las bases de lo que es comer bien: caldos colmados de vegetales y proteína, pero los suyos además están reforzados con caldo de huesos cocinado durante doce horas, el cual aporta mayor cantidad de colágeno y minerales que el cuerpo puede aprovechar fácilmente.
Los dos protagonistas de su carta son platos de sus respectivas familias, chilate de Guerrero, un caldo ligeramente verde por el toque de chile serrano; y el puchero de Tabasco, de caldo rojo por el chile guajillo. Ambos pueden ir con pollo o res y puedes agregar tuétano para más placer. Además hacen algún especial que cambiará cada temporada, como pozole o caldo de gallina.
Para acompañar mi caldo me fui por la “bebidita refrescante”, de jengibre, limón, miel y agua mineral que le hace honor a su nombre. Fuera de los caldos no te pierdas las Rickiñas, que son enchiladas verdes colocadas en capas como un pastel,
La necesidad de que los nuevos restaurantes sean visiblemente atractivos e instagrameables no se detendrá. Cada vez es más fácil encontrar propuestas innovadoras en cuanto a la estética del local y Las Baby's no es la excepción. Las burgers de la Escandón, con tan solo unos meses en operación, presentan un menú de hamburguesas básico y pequeño, pero cumplidor.
Al llegar pregunté cuál era la especialidad de la casa, así que la pedí: La Baby ($99, pero si la quieres con papas sube $15) es una hamburguesa clásica con aderezo de la casa, 110 gramos de carne Angus y doble queso americano, con jitomate, cebolla y lechuga. El bollo es muy suave y la carne es tan jugosa que existe la posibilidad de que tu pan se remoje. La cantidad de queso es la necesaria para que sea una hamburguesa ganadora. Las papas que la acompañan son crujientes y con la sal necesaria, además te ofrecen diferentes salsas como bbq o queso spicy para darles otro toque.
Luego de la La Baby original, le siguen otras opciones, con tocino, con jamón, tocino y huevo, con piña y la Baby Monster, que lleva casi todo lo anterior y el doble de carne. Ellos hacen su salsa macha y sus pepinillos encurtidos y también los venden en frascos para llevar a casa.
Sobre la parte dulce, solo tienen un postre, las fresas con crema, con jalea de moras y crumble de naranja. Si bien no son sorprendentes, son muy vistosas para tus redes, ya que se sirven en una copa de malteada. La jalea no aporta ningún sabor y el crumble es más como
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El sushi de Culiacán es tan especial que tiene su propia pronunciación. Para llegar al "suchi", tomaron como base el plato japonés hecho con las delicias marinas de aquella ciudad sinaloense, y le fueron agregando todo tipo de ingredientes hasta que los volvieron cada vez más extravagantes: carne, pollo, verduras, quesos, empanizados y aderezos, todos siempre acompañadas de zanahoria o betabel rallado.
Ha proliferado tanto este estilo que se dice que todo el mundo en Culiacán tiene una carreta de suchi a menos de 5 minutos de su casa, y ahora lo puedes probar en esta esquina de la CDMX. Aquí el chef Aquiles Chávez creó sus propias versiones del suchi culichi, desde unos más tranquilos, como el que lleva encima ensalada de surimi y hueva negra de pescado, pero el descontrol comienza en algunos como el empanizado que lleva guacamole y fritos por encima; hasta llegar al que te va a romper la cabeza: el Dorito Roll, con camarón y queso crema por dentro, con un empanizado frito de Doritos triturados, servido sobre un Dorito y con ensaladilla de camarón por encima.
Tres doritos después...te podemos decir que definitivamente esto no es apto para puristas. Aunque el Dorito Roll es curioso, mi favorito fue el Marley, de un sabor mucho más comprensible, lleva por encima tiras de distintos vegetales encurtidos inspiradas en los dreadlocks del artista jamaiquino. Acompáñalo con un drink de la casa como el Suchi Tonic (sake, agua tónica y hielos de sabores).
Suchi está dentro de Casona,
Hace tiempo en alguna cena escuché a la gente quejarse de la escasez de restaurantes italianos auténticos en la ciudad. Hoy, con la cantidad de lugares dedicados a esta región europea que han abierto en el último año, sería imposible decir lo mismo. Pasticcio, que acaba de abrir sus puertas en la Juárez, se suma a la ola de propuestas italianas de excelente calidad, así que si te encanta la pasta artresanal, debes ir corriendo.
A un lado de la entrada está el Alimentari, o sea su tienda de abarrotes donde venden, además de pesto, limoncello o vinos italianos, variedades de pasta fresca y seca hecha en su taller, que verás a un costado, en otro cuarto más de la hermosa casona de los años 30 que da cabida a Pasticcio. Checa en su (IG: alimentari.pasticcio) las próximas fechas para que aprendas a hacer pasta espectacular de la mano de expertos, ya que quien está detrás de los alimentos es el chef italiano Matteo Zega, luego de pasar pasar —ahí nomás— por restaurantes como Noma en Copenhague o Quince en San Francisco (con tres estrellas Michelin).
A México lo invitó Francesco Gaillard, quien, después de trabajar en el restaurante Cotogna (San Francisco), conoció a Sofía Acuña (Dooriban) en unas vacaciones — la cual ahora suma su expertise al proyecto— y decidió quedarse.
Aunque todos tienen formación en fine dining, en Piazza Pasticcio querían crear un espacio relajado, al aire libre, que recreara el buen vivir de las plazas italianas incluso en el color terracota de los muros
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Cueva fue ideado para quienes les encanta la sobremesa, los cortes, la parrilla, los lugares acogedores y el trato excelente. El concepto va de un lugar que funje justamente como una cueva, ese sitio donde nuestros ancestros, los primeros seres humanos, se cubrían del frío, la lluvia, los peligros de la naturaleza y podían convivir, comer, hasta dormir con tranquilidad.
Desde la entrada puedes ver toques en la iluminación cálida que se asemejan al fuego con el que nuestros antepasados se iluminaban y calentaban. Verás la barra, donde el recibimiento es igual de afectivo, así como la cocina abierta, para que si tienes curiosidad veas cómo te preparan tus platillos, además de un refri donde puedes escoger tu corte.
Conocimos a uno de los dueños del lugar, Lázaro, y entendimos por qué todo funciona tan bien; siempre es mejor cuando creadores principales del lugar tienen un involucramiento real con los proyectos. Aquí se nota en las presentaciones de los platillos, la calidez del personal, la comida, el twist de cada plato, ya que eleva algo que usualmente podrías comer hasta la coctelería (básica y de autor).
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Ahora sí, a lo que nos interesa, nos sacrificamos y le tuvimos (sí, ajá) que picar a varios platillos, aquí te van los más relevantes. Pero antes, probamos un Paper Plane, un coctelito corto con bourbon, amaro, aperol, jugo de limón, zumo de naranja. Muy rico, con la frescura cítrica de la naranja/limón, además del dulzor
Paseando sobre Gabriel Mancera, me topé con un lugar que captó mi atención con sus tornamesas Pioneer blancas en la entrada y un techo de espejos. Resultó ser una nueva cafetería con una gran colección de vinilos.
Desde que entré, me puse a ver la selección de discos, que incluía El Madrileño de C. Tangana y el Motomami de Rosalía, Childish Gambino, Oasis, Phoenix, hasta Luis Miguel; algunos difíciles de encontrar en vinilo y, sí, también disponibles para venta. Mientras los revisaba sonaba José José en unas pequeñas bocinas de estudio, pero el sonido era impecable. El ambiente cálido, con sus paredes de madera, junto con las tazas y portavasos de vinilo y la gran barra de café, te invita a quedarte.
Santos ofrece bebidas frías y calientes, con espresso o cold brew. Me dejé recomendar por Paulina, la barista, y pedí el cold brew de horchata, que por algo es de sus bebidas más vendidas. Si eres fan del café de especialidad, aquí tienen filtrados y puedes elegir el origen del grano; su café va cambiando con cafés de diferentes estados del país. Probé uno de Puebla muy bueno. La oferta de pan es variada, proveniente de Mondo Panadería, ya un referente en la colonia Narvarte.
Faltaba un spot así en la Del Valle para descubrir nuevas sorpresas tanto en el café como en la música. Aquí venden discos nuevos y seminuevos, estos últimos los puedes probar en sus tornamesas antes de comprarlos. Además, todos los jueves en la tarde tienen "tornas abiertas", donde puedes llevar tus prop
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Si eres fan de las carnes ahumadas, tal vez conoces Ahumados Pelican, un lugar con una onda muy cool en la Santa María la Ribera, o su local de sándwiches dentro de un mercadito gastronómico en la Juárez, pero ¿sabías que el proyecto comenzó en Valle de Aragón?
Este espacio abrió desde 2020, así que asegúrate de felicitarlos porque cumplen cuatro años de darle gusto a nuestros corazones carnívoros. Ojo, checa las promos de aniversario que tendrán hasta finales de octubre en sus sucursales grandes.
El local original de Aragón fue remodelado recientemente para que te sientas más a gusto, aunque claro que encontrarás sus clásicas sillas de metal esperándote a que caigas con los cuates a disfrutar del patio al aire libre y unas miches bien heladas, un tinto de verano y hasta cocelería como un apperol o un mojito.
En Aragón ofrecen el menú extenido -el mismo que en la Santa María- así que entre los clásicos no te pueden faltar, de entrada, los cubos de barriga de cerdo coreana en salsa de chiles fermentados, el mac and cheese y sus papas con mayonesa hecha en casa y bastante queso parmesano. Es obligado mencionar a los reyes de la carta, el brisket y las costillas con hueso que sí o sí hay que dejar limpiecitas.
Y al final, siempre guarda espacio (no es cosa fácil) para sus fresas con crema, mis consentidas por la crema fresca y los tropezones de crumble de nuez; aunque también hay un postre de plátano ahumado con queso mascarpone y miel, que ya vuelve más difícil la decisión.
Nuestra querida Narvarte tiene un potencial enorme para dar cabida a nuevas propuestas gastronómicas; los chicos de Rudo lo saben porque son del barrio. De entrada, amamos todo proyecto joven que incursione fuera de la Roma-Condesa, pero este pequeño local, ubicado en una calle muy tranquila frente al parque Las Américas, es una de las nuevas joyitas de la colonia.
Al revisar el menú notarás una gran influencia de las cocinas de Japón, China y el sureste asiático; hay springrolls, ramen, arroz frito, sandos...en realidad se compone de una mezcla de todos los restaurantes por donde pasaron Gabriel y Frida, dos jóvenes chefs que ahora se divierten en Rudo con los sabores que les gustan. Por ejemplo, los postres son pop tarts caseras, sí, esas galletas rellenas de fruta que comíamos de niños viendo la tele.
Antes de seguir con nuestros favoritos, hay que advertir (jamás es queja) que aquí los platos son bastante grandes, así que entre más personas, probarás más cosas. De las entradas, el springroll de shortrib es el estelar, la hoja de trigo frita no es demasiado pesada y te deja saborear el relleno de estofado de res y hongos que, según nos explica Gabriel, está hecho con un "fondo maestro" cocinado por días para darle un sabor muy profundo a la carne.
Si buscas irte del lado más saludable, pide los rollos vietnamitas rellenos con verduras, semillas y hierbas aromáticas frescas. Saben aún mejor si los remojas en la salsa de cacahuate, que es su versión de la salsa Sambal (pa
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Después de comenzar como food truck, hace unos meses estrenó local en la Condesa este concepto de comida callejera vietnamita. La leyenda cuenta que el dueño se encontraba de viaje en aquel país asiático y encontró una similitud entre las tortas mexicanas y los Bánh Mì, una especie de emparedado vietnamita. Se trata de un pan blanco crujiente como un bolillo, relleno de una mezcla de carnes, vegetales frescos y encurtidos, salsas y casi siempre paté. Así que decidió traerlas a México para compartir un poco de lo aprendido.
En Saigoncito tienen Bánh Mì de cerdo, pollo, hongos y el especial de la casa con cerdo y pollo ($165). Este último fue el que probé y es una mezcla de texturas por las verduras crujientes, la suavidad del pan y la jugosidad de la carne. Hay partes que se sienten más avinagradas por los encurtidos, pero gracias al cilantro y a la menta, es refrescante cada bocado. A pesar de llevar jalapeños, a mí me faltó lo picante de la cocina vietnamita. Pregunté por alguna salsa, pero solo tienen ya envasadas como siracha. Tampoco sentí el paté, lo cual es decepcionante si te gusta este embutido.
Me llamó la atención que ofrecen papas a la francesa; su especialidad son las Saigoncito ($70) con cilantro, mayonesa de ajo, salsa hoisin y ajonjolí. La idea es buena y el toque del cilantro es una sorpresa al paladar. A pesar de que solo la parte superior tiene salsas, no te tardes en consumirlas para que no se remojen demasiado. Los sabores que encontrarás son agridulces y
Matti es el nombre de la nueva esquina de cocina italina en la Juárez. Esta palabra italiana hace referencia a "Il Matto", usualmente la carta cero en el tarot, la cual respresenta al Loco, un caminante incansable que desafía las normas sociales, muchas veces se le ve vestido de bufón y acompañado de un perro que le rasga el pantalón. Fíjate bien en los detalles de las paredes del restaurante y verás representaciones de este personaje en distintas barajas.
Su actitud intrépida es la que inspiró a los creadores de este lugar. Pasando la isla al centro del espacio, de donde salen los cocteles de la casa y los vinos italianos y españoles, descubrirás unas mesas de trabajo donde reposan todos los vegetales frescos cual bodegón renacentista. Aquí puedes acercarte con confianza a ver cómo los chefs dan forma a la pasta fresca y a las pizzas, sin nada qué esconder, desde la harina hasta el emplatado.
Detrás de este concepto está Alfredo Llantada, el responsable de las pizzas de masa madre en Polanco, Pizza Grata; por lo que ten por seguro que partirás de una excelente base que no te va a caer pesada. Por su parte, la pasta fresca es cortada a mano, las porciones son abundantes, y en general toda la carta tiene una gran relación calidad-precio. El lugar, de esos que auguran citas exitosas o largas comilonas en familia.
5 imperdibles de Matti Ostería
1. Mozzarella in carroza: croquetas de queso mozzarella sobre una salsa especita de jitomate.
2. Pappardelle de rabo: Láminas de pas
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