La Ciudad de México nos da la oportunidad de probar las delicias de otros países al alcance de sus restaurantes. Saborea el delicioso bacalao y un sinnúmero de recetas de Portugal en estos restaurantes tradicionales. No dejes de probar los restaurantes españoles, restaurantes italianos y los restaurantes japoneses.
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Cocina de Portugal en la CDMX
Si la cocina portuguesa no te es muy familiar, este lugar puede ser un excelente punto de partida. La decoración que recrea la Lisboa romántica con pisos de madera y pinturas en la paredes que te remiten a un puerto antiguo. La música en vivo ayuda a ambientar el espacio para transportarte, a través de uno más de tus sentidos, al lugar retratado en las paredes. Para abrir el menú, puedes pedir el Bacalhau No Formo horneado con olivo, papa y cebolla en rodajas, una de las recetas emblemáticas de la carta. Años de experiencia les han servido para perfeccionar el arte de cocinar bacalao al horno. Acompaña éste con el arroz preto que viene preparado con pescado, calamar, pulpo, almejas y tinta de calamar. Los dos son para compartir con una o mas personas.
De postre, el obligado pastel de nata horneado a unas cuadras en la famosa pastelería Da Silva. Esto, maridado con excelente cava de vinos portugueses con precios accesibles, te darán un paisaje claro de su gastronomía y de la cocina de los chefs Maria Da Silva y Francisco Zamudio.
Es un restaurante de comida portuguesa deliciosa. Es un local muy pequeño, atendido por sus dueños. Tienen sopas y especialidades que cambian todos los días. Las sopas pueden ser de pollo con verduras, de elote, de mariscos, de tomate o de pescado. Las especialidades incluyen platillos de la cocina griega y portuguesa, aunque la dueña y cocinera, quien nació en África Oriental, tiene también influencia de la comida de la India y prepara un curry exquisito.
El restaurante ofrece dos menús de precio fijo. Uno de sesenta pesos que incluye una sopa, una torta (las preparan de pechuga de pollo a la plancha, lomo de puerco al horno, longaniza con champiñones y queso al vino o fundido de tres quesos con pimientos) y ensalada. El otro menú es de noventa pesos e incluye una sopa y una especialidad. Las especialidades de la cocina mediterránea son muy sanas, como el estofado de res, para el que se cocina todo al mismo tiempo, con aceite de olivo y licor de durazno, aunque en Portugal se prepara con vino. Para tomar tienen un té helado muy fresco y sano preparado con una mezcla de varios tés: negro, de limón o frutales. Su dueña, Elizabeth Oliveira, nos explica que “pakaá” significa “para acá”. Una buena respuesta para la próxima vez que te preguntes ¿para dónde?
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Sí, lo pensaste bien. El nombre del lugar se debe al bacalao y aunque no sea diciembre, este pescado aparece en la mayoría de platillos que ofrecen. Los aperitivos, ensaladas sopas y platos fuertes llegan directo de Lisboa con un menú distinguido en apariencia y sabor.
La iluminación tenue del interior y los acabados de tabique como parte de la decoración son de un estilo europeo muy acogedor, así que desde la entrada percibirás una visita agradable. Puedes acompañar la selección musical de gypsy swing y jazz con una buena copa de vino tinto portugués. Está el Doña Hermelinda, que se elabora con uvas jóvenes y obtiene un sabor muy suave, o el Quinta Da Alorna, de uvas más maduras para darle cuerpo y perfume a la bebida.
Las croquetas evora saludan a tus papilas gustativas con un puré de bacalao desmenuzado, queso derretido y papa. También están las empanadas lagos, hechas al instante y rellenas de verdura y pimiento rojo para armonizar con el pescado. Difícilmente encontrarás un plato fuerte que no capte tu atención, pero te recomiendo el bacalao con natas, que viene servido en una cazuela con finas hebras de bacalao sobre papas al horno. Todo el conjunto se barniza en una salsa blanca estilo bechamel. Los sabores adquieren mayor fuerza y degustación gracias al toque de aceite de oliva y especias.
No te preocupes, los postres no vienen elaborados con bacalao, sino con ingredientes portugueses tan tradicionales y apetitosos que es ley abrirle un espacio a tu estómago para...
En Lvsitano dan valor a los sabores caseros de Portugal. El chef Bruno Oliveira Da Silva sabe que la cocina mediterránea se logra con simples combinaciones de especias que privilegian los ingredientes centrales de sus platillos.
Ahí es donde el bacalao –en seis distintas opciones– se convierte en rey. Sabe como si lo hubieran preparado en un lugarcito en el puerto de Lisboa. Pienso en esa ciudad frente al mar por su sencillez y frescura, dominante en las cocinas porteñas.
En la mesa de Lvsitano, freír es un arte y las preparaciones rápidas son adictivas por su simpleza. “Casero” no debe malinterpretarse como “de la abuela”. Aunque puedes encontrar los rastros tradicionales de la cocción lusitana, también existe innovación en los sabores típicos. Como ejemplo están los camarones salteados con mantequilla y chile, las sardinas rebozadas, las croquetas de bacalao, las almejas con ajo y vino blanco o el bacalao en salsa de frijol.
La cava tiene una buena selección de vinos portugueses, como el emblemático vinho verde con aguja y ligeramente ácido, cuyo nombre habla de la corta edad de la uva. Tómate uno para empezar de buenas.
Algo a destacar de Lvsitano es que diariamente preparan menús accesibles, cuyo sello de comida casera prevalece. Estos estofados se presentan como una opción de buena comida en horarios godínez.
Un restaurante al que le falta madurar en la ambientación, pero cuya cocina sobresale por su contundencia y sabor.
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