El anuncio en la entrada nos advierte que estamos en una “chocolatería mexicana evolutiva”, y la combinación de técnicas artesanales con la cocina moderna lo comprueba. La especialidad son lo bombones con más de 30 sabores diferentes de relleno que cambian cada temporada.
La propuesta del chef José Ramón Castillo presenta un nueva forma de producir y consumir chocolate siendo uno de los principales exponentes del cacao en México. La carta se complementa con trufas, barras de chocolate, piruletas y pasteles. Además de lo productos, la tienda tiene espacio para consumir sus delicias ahí mismo, y catas de chocolate con el chef en la sucursal del Centro Histórico. No olvides reservar.