Comer frutas y verduras jamás había sido tan divertido y estéticamente atractivo, especialmente cuando sabes que tus platillos se elaboraron al momento y se nota hasta en el aroma. Pulpa Amor Líquido es un pequeño consentido en la Juárez que con su barra de smoothies, jugos y bowls nos acerca a la versatilidad de los ingredientes 100% naturales.
La paleta de colores pastel abraza tanto al espacio como a la comida, un diseño interior del propio creador de Pulpa, Francisco Arana. Un gran acierto es visitarlo para bunchear o lunchear, así agarras un horario con poca gente (porque se llena) y te tomas el tiempo necesario para ojear la carta. Los antojizos estarán en apuro con tantas opciones.
Consistencia espesa, llenos al tope y decorados con toppings, los smoothies son un canvas líquido que sobresalen en sabores: gimme the power es el indicado para amantes del pb n’ jelly sandwich, que además lleva plátano y leche de almendras; el tono tropical está presente con un hijo de la guayaba, a pesar de llevar naranja y fresa, esta fruta nativa de América predomina en cada sorbo.
El pan de agua con el que elaboran los sándwiches es una pequeña artesanía de suave interior. Verde por dentro y dorado por fuera, se luce el chicharito con puré de chícharo, gucamole, espinaca y papa. Uno de los toasts insignia es la trajinera, dos rebanadas de pan integral y centeno abastecidas con una cama de aguacate acompañada de eneldo, salsa de cebolla morada y ajonjolí.
Las ansias mañaneras se calman con waffles a base de leche vegetal, que con su cuerpo pachoncito y colores brillantes atrapan a primera vista. El otoño, chocolatoso y bueno para degustar como postre saludable, mientras que roxanne llega en un mood más rudo y se viste de negro gracias al carbón activado y frutos rojos para encender el emplatado.
Visitar Pulpa Amor Líquido es de esas promesas que agradece el metabolismo por haber consumido algo sano (¡por fin!) y que da satisfacción por contribuir a una alimentación consciente con la ecología.