Pensar en saludable y pizza al mismo tiempo parece incoherente, pero es sólo un problema de percepción. La comida hecha con ingredientes orgánicos nos motiva a adquirir hábitos de consumo más saludables, luego incentivar el apoyo a productores locales a través del comercio justo. Estas son las promesas de calidad y sabor que Pizza Local ofrece a sus clientes con su cocina italoamericana.
Establecidos en lo que fue una casa de época, con ventanas que llevan decoraciones pesadas que sobresalen porque su color es más llamativo que el de la fachada, con techos altos, espacios amplios y un pequeño patio. Por dentro hay mesitas de madera, ideales para grupos grandes, que se esparcen por las diferentes habitaciones de la casa. Es un ambiente fresco con colores pastel y cuadros que adornan las paredes. Al fondo hay una terraza que se presta para comer relajado y pedir una bebida refrescante, como la soda de limón endulzada con miel de abeja y mucho hielo.
El menú no es nada complicado. De martes a jueves tienen los paquetes locales, el individual es una ensalada de la casa, pasta con albóndigas, vaso de agua del día y un postre, el paquete pareja te cambia la pasta por media pizza.
Comencé con la ensalada de la casa que enamora a la vista con hojas de lechuga mezcladas con trozos de pepino persa, jitomate cherry y champiñones, con una vinagreta intensa que envuelve a todos los ingredientes. De las entradas también recomiendo los champiñones rellenos de verduras salteadas, salchicha italiana hecha en casa y gratinados, servidos con dos trozos de un pan de ajo, crujiente.
El siguiente paso fue la pizza (lo más esperado), pedí la mitad de jitomate cherry y ajo rostizado, con queso Grana Padano (el único ingrediente importado de Italia) y albahaca; la otra mitad de tres quesos, mozzarella, queso azul y más Grana. Es de masa delgada, orilla crujiente, se nota desde el primer momento que son hechas en horno de piedra, el aroma de la salsa de jitomate es penetrante y se disfruta desde que llega a la mesa. La de jitomate cherry tiene un sabor más ácido que se nivela con el queso. En la de tres quesos el azul fue el protagonista, pero lo mío son los sabores ácidos.
Para el postre prueba el brownie de cocoa belga con huevos orgánicos, endulzado con azúcar mascabado.