Esta panadería y cafetería de Coyoacán anuncia su existencia desde la calle pues deja escapar un tenue aroma a café. Es un pequeño local blanco y muy limpio, no hay decoración significante más que la vitrina con los panes del día, la barra de café y un par de banquitos; aquí se viene a despertar o a refrescar la tarde. El servicio en la barra es rápido y cuidadoso y anuncian lo que ofrecen a través de un pizarrón.
En Persea se antoja pasar rápido a romper el ayuno; aunque a veces hay una que otra sorpresa, la oferta de cajón de panadería es excelente. Hay cuernitos rellenos de pavo con queso, chocolatines, orejitas y baguettes. La mejor opción si prefieres algo azucarado es el chocolatín, pídelo caliente para acompañar un café del día. En cuanto a café –de granos mexicanos– la oferta va del expreso al capuchino, no cuentan con métodos de extracción de especialidad, y tampoco es que se extrañe en una opción tan práctica de cafetería.
Si vas por la tarde y en estos días calurosos del verano te recomiendo ir directamente al apartado de bebidas frías, si quieres cafeína pide un capuchino helado o para algo simplemente especiado está chai servido en frío. No gastarás mucho, Persea es baratísimo.