Partners & Brothers

Un “laboratorio de hamburguesas” muy cercano a la glorieta de la Cibeles, Partners & Brothers ofrece la oportunidad a sus comensales de armar sus propios platillos y elegir el tipo de pan, los vegetales, el tipo de carne y los condimentos que deseen.

El menú es extenso e incluye alitas, hot dogs, sándwiches y dedos de queso. Pero las verdaderas estrellas son sus hamburguesas.

La clave de la diferencia recae en el cilindro peruano que utilizan como método de cocción de sus carnes. Éste consiste en un horno alimentado por leña, en el que los trozos se dejan cocer por varias horas, con lo que adquieren un sabor distintivo, un poco más ahumado al que se obtiene por medio de una parrilla tradicional.

Aunque las creaciones de su menú son bastante recomendables (como la hamburguesa de pork belly, que podría convencer a cualquier gringo, o la ChoriBrother, que lleva chorizo argentino y chimichurri), es más divertido que los comensales armen sus propios platillos. A mí me convenció una combinación probada y con poco margen para el error: queso gouda con champiñones.

Quienes temen romper con la dieta pueden sustituir las papas a la francesa por una ensalada de la casa bastante cumplidora y fresca. Por el contrario, si estás de humor para mandar al diablo cualquier pretensión de comida saludable, puedes acompañar tu obra maestra con una malteada con piquete; kalhua y rompope con vainilla o chocolate no suenan nada mal.

En caso de que tu estómago exija algo más denso que una hamburguesa, siempre puedes ordenar un rib eye de 300 gramos, o una arrachera tierna. Para terminar, sus postres llaman a la decadencia, sobre todo un cremoso crème brûlée de carajillo o un bacon brownie, con tocino caramelizado por encima.

Te advertimos que todas las hamburguesas son para apetitos voraces. Si terminas con antojo de fiesta, el Gin Gin se encuentra casi al lado.