No importa que la escandalosa avenida Insurgentes esté a un costado, pues este lugar transforma su entorno sin salir de la urbe sureña. Parrilla Paraíso es un jardín cubierto en flores y luces, ideal para visitarlo de noche con tus amigos o con tu pareja y pedir una cerveza artesanal. Incluso pueden ir las mascotas y correr libremente.
El menú denota mucho respeto hacia la composición natural de los ingredientes. La especialidad de la casa es un pescado totoado de criadero, una especie que solamente se encuentra en el mar de Cortés; viene servido sobre cama de puré de papa y zetas.
Mientras más busques en la carta de cervezas, más peculiares las encontrarás, pues a pesar de que tienen etiquetas comerciales, el fuerte son las artesanales originarias de la Ciudad de México; por ejemplo, la monstruo de agua que ofrece cervezas híbridas: una denotación que se les da porque la fermentación se hace a través de una combinación de frutas, cereales, mieles y plantas. No olvides echarle un ojo al mapa cervecero que te indica de dónde provino tu bebida.
Si piensas que la mejor manera de cerrar una comida es con el postre, dale al blanco pidiendo el fondant de dulce de tapioca. Resulta una combinación de grandes texturas con el helado contrarrestando lo azucaroso del dulce de leche. Tip: si el ambiente se pone frío, pídeles unas mantas y sigue disfrutando de tu visita y sus grandes sabores urbanos.