Imagínate este plan: tenis y muchos carbohidratos. Esa es la propuesta del nuevo restaurante de Lomas de Chapultepec, Osteria Mattea: pastas, pizzas y un ambiente informal.
Osteria Mattea es un restaurante pequeño; caben alrededor de 25 personas. Tiene una zona de terraza más amplia y algunas mesas interiores. Al fondo, se alcanza a ver el horno en donde el chef Axel Vázquez (Sartoria, Zapote) prepara las pizzas que te vas a comer. También puedes ver la mesa de trabajo, detrás de la que Axel estira las pizzas dándoles vueltas en el aire. Sí, como solo lo has visto en las caricaturas —o probablemente en Nápoles, Italia—.
Las pizzas son un absoluto agasajo. La masa es delgada y la orilla está tan inflada que parece nube. De hecho, si te asomas a ver el interior de la orilla verás unos huequitos; los entendidos en panadería llaman los llaman alvéolos; los ojos del pan. Dicen por ahí, que esa es la prueba de fuego para saber que una masa está bien hecha —durante el amasado se forma el gluten, una proteína que, entre o tras cosas, atrapa el aire y forma estos huequitos—.
Las pizzas son al mero estilo napolitano: masa delgada, bordes anchos y nunca atascada de toppings. Aquí importa que cada ingrediente brille, desde la masa —que en el caso de Osteria Mattea es masa madre que se ha dejado reposar por 12 horas—, el queso, la salsa de jitomate o blanca y cada ingrediente que lleve encima nuestra rebanada.
No te pierdas la pizza Patata, que lleva papa, queso Tallegio, cebolla, chips de ajo, pancetta y chícharo; una combinación no común en los menús de las pizzerías, ¡pero deliciosa! Otra imprescindible es la Fígaro, que tiene Prociutto di Parma e higo. Y si como mexa que se respeta, no puedes dejar el picante, ponle con confianza la salsa macha que te llevan a la mesa; es una delicia y además confirma que el ambiente de Osteria Mattea sí es el de desenfado que promete.
Échate una pasta, siempre fresca y hecha en casa por el mismísimo Axel. Nuestra recomendación es la Maccheroni alla Vodka, que tiene pepperoncino, salsa rosa y un toquecito muy discreto de vodka. Y si prefieres algo más ligero, no te pierdas la ensalada Caprese, que confirma que en Osteria Mattea lo importante son los productos: los jitomates orgánicos son una delicia y el queso mozzarella, ni se diga.
Para la sed hay cerveza, vino y cocteles; de estos últimos, el imperdible es el súper clásico Aperol Spritz, que irá de maravilla con tu pizza o tu pasta.
Lo rico de Osteria Mattea es que conjunta, como muy pocos lugares, ingredientes de súper calidad, un servicio muy formal y amable y, al mismo tiempo, un ambiente de desenfado, que en ocasiones es el ingrediente ganador. Pero ojo: no por desenfadado es menos cool. Aquí, lo que quieren —y logran— es que te sientas cómodo, entonces saca tus bermudas, tus tenis, tus lentes de sol y a tu perrito y ve a este festín de carbohidratos estilo napolitano, artesanales, pecaminosos y deliciosos.
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