El pan llega diario de Puebla y los demás ingredientes los compran en la Central de Abastos con los mismos proveedores desde hace 28 años, lo que quiere decir que los sabores se han mantenido intactos. La calidad de las recetas que les ponen a cada cemita casera es supervisada directamente por los propietarios.
Una cemita por excelencia lleva pápalo, quesillo y chipotles dulces. La recomendación de la casa es la de milanesa o de pata, y una de las favoritas de quienes los visitan son las de pavo. Si te gusta el queso de puerco, anímate a pedir una. La carne de la milanesa es suave y con el justo tiempo de fritura, el pan lo humectan con una vinagreta de la casa que le da un toque de frescor, luego el pápalo que permea todos los sabores y una cantidad considerable de quesillo y aguacate son los que coronan la presentación. Puedes armarla a tu gusto si prefieres, o atacar la cubana con un poco de varias cosas del menú.
Los chipotles dulces son hechos en casa, que además puedes adquirir para llevar y tienen una cemita de bacalao a la vizcaína aunque es una lástima que no la ofertan en esta sucursal, si se te antoja la puedes encontrar en su puesto de Mercado Roma. Aunque suene a cliché: los sabores caseros de Puebla los replican en la CDMX en este pequeño local de cemitas.