Si vas a Novorigen, cuando los platos lleguen a tu mesa notarás que los ingredientes y las técnicas apuntan hacia una cocina mexicana que coquetea con lo tradicional pero que, a la vez, busca estar bien peinada y refinada. La experiencia se vuelve un homenaje a las técnicas y los productos tradicionales, aquellos que probamos cuando viajamos a otros estados o en las cocinas de nuestras abuelas. Además, en la medida de sus posibilidades, procuran tener prácticas sustentables.
Y para contarles de lo mero bueno, aquí les va lo que probamos: de entrada, un tiradito de huachinango sustentable y atún (es decir, el huachinango que usan para este plato es pescado de manera sustentable); súper fresco, y aderezado al punto. Le seguimos con las alcachofas al josper, que van servidas con un dip de alcachofa y una mantequilla con ajo, ¡deliciosas!
Después, los platos consentidos: unas gorditas de frijol rellenas con chapulines y quesillo, y un plato de escamoles, preparados de modo tradicional, con cebolla, chile serrano, epazote y mantequilla. Van servidos con guacamole y, a la mesa, te llevan tus tortillas recién hechas —a mano, por supuesto—, para que puedas hacerte tus taquitos y ser muy feliz.
También le entramos a la ensalada vegan: lechugas cultivadas en hidroponia, hummus, cacahuate, pepino, piñón y nuez de la india. Todas las verduras frescas y crujientes, uno de esos platos que confirman que la carne no es necesaria para comer delicioso.
Al momento del postre, le dimos con todo y aprovechamos muy bien que íbamos en grupo para probar cada antojo: pan de elote, cheesecake con frutos negros, mousse de chocolate oaxaqueño y canela, cheesecake de Glorias (sí, el dulce de cajeta, ¡ñam!), mousse de mandarina y el imprescindible arroz con leche. Y sí, sus opciones dulces son muchas más.
Además de la oferta culinaria, también hay opciones de coctelería súper creativas; puedes llevártela con cocteles desde la entrada hasta el postre. Los tragos también están inspirados en los ingredientes tradicionales mexicanos, como el Huitzi, hecho con mezcal y pulpa de maracuyá, o el Poxotl, perfecto para el postre (y para la vista), que va con mezcal, Bailey’s, expresso, licor de café, jarabe de tomillo, bitter de chocolate, ralladura de chocolate, jarabe natural y se ahúma en mesa con encino.
Novorigen es un gran lugar para recordar y confirmar que la cocina mexicana se debe —en parte— a la gran biodiversidad y a una geografía privilegiada. Aquí probarás frutas, verduras, insectos, productos del mar y de la tierra, todos en presentaciones impecables, y cada platillo exaltando, siempre, a la cocina mexicana.
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