Nigiri-go
Foto: Milena González

Reseña

Niri-go

4 de 5 estrellas
Echarte unos nigiris deliciosos sin vaciar tu cartera es posible en Niri-go. Aquí te contamos.
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Time Out dice

En Niri-go están completamente convencidos (y yo también) de que los nigiris son un formato que puede llegar a ser intimidante. Quizá tiene que ver con el hecho de que la mayoría contenga pescado crudo más en vivo que la típica pieza de sushi maquillada con muchos ingredientes más o que la proporción tamaño / precio no se haga siempre amigable al bolsillo. Pero eso acaba hoy, en este lugar que busca proveerle nuevas oportunidades al paladar de los amantes de la comida japonesa.

Es por eso que el equipo de Niri-go decidió esquematizar un formato en el que, fuera de vanidad, se aminoraran costos de personal hasta gastos operativos generales que parecen ser gastos hormiga pero que, al final de mes, siempre suman. Y, aminorando esos gastos, lograron bajar el precio de los nigiris; pequeño regalo a ese pedazo de la comunidad que chance y hoy no quiere comer de la fonda sino algo diferente, sano, y a precios accesibles. Niri- go es perfecto para esa persona que es vecino de la zona y olvidó una cena especial. O hasta a esa persona (yo) que quiere atascarse de piezas en su cama mientras ve por novena vez el mismo episodio de Ugly Delicious y sentir, sobre todo, que su dinero se invirtió correctamente.

Recién habilitaron mesas y sillas a nivel de calle porque, pese a tener de dos semanas en operación, la gente comenzó a pedir la posibilidad de comer ahí. Aquí un pequeño side note: si tu intención es ir a comer y vives o trabajas en la Roma / Condesa / Cuauhtémoc, por favor llévate un plato y no consumas desechables innecesarios.

Aquí te llevarás dos experiencias en una: para empezar, te asombrarás cuando llegues a tu destino después de haber pasado por tus nigiris y te des cuenta de que la comida japonesa sí puede llegar en buen estado a tu casa, y después la de sorprenderte al doble cuando veas que una caja grande de piezas en todos sus estilos te costaron lo que fácil te puede costar una pieza nada más en un restaurante de alta categoría.

Iniciamos la experiencia con una agüita mineral. No hay alcohol, pero pronto habrá y podrás vivir la experiencia completa de vinito o sake. Rápidamente nos acercan las típicas salsas: ponzu, soya y chiles toreados junto a dos bowls. Uno de kampachi y otro de atún. El segundo viene con la opción de, por tan solo 15 pesos, agregarle mayo chipotle, salsa srirachada de anguila picante, cebolla frita, cebollín, ajonjolí y alga nori (los cuales también puedes pedir por separado). Entre pescados frescos, arroz perfectamente cocido y este añadido, los bowls se convierten en una opción rápida y sabrosa. Realmente sacia el antojo.

En mi visita, el socio Roberto Cosío y el chef Juan Roble se acercan y se esmeran en hacer que la experiencia, más allá del precio, tenga un motivo. Aseguran comprar sus insumos en el mismo lugar que todos los restaurantes de la ciudad y no tener nada que envidiarle a los mismos. Además, les gusta jugar con nuevas opciones y están abiertos a prepararte lo que quieras. Además les gusta escuchar tu opinión sobre las propuestas especiales de la casa.

En una caja que perfectamente alberga 12 nigiris, de derecha a izquierda nos encontramos con todas las recomendaciones del día. Primero, los tradicionales: atún, salmón y kampachi. Siempre básicos y frescos, en el mejor de los sentidos. Siguen los especiales flameados con los mismos ingredientes, solo que acompañados de detalles como salsa yuzu, salsa spicy, cebolla caramelizada y shishimi.

La propuesta viene más atrevida conforme avanzas. Nos presentan huachinango con ralladura de limón, kanikama con salsa Sriracha y el Inari sushi (que se cataloga como uno de los especiales de este mes) que es tofu frito marinado en salsa dulce. Apto solo para paladares entrenados.

Por último, viene la parte más extrema. Los tres esenciales (atún, salmón y camarón) se reúnen nuevamente en forma de gunkan, topeados con tantito queso parmesado flameado. Así es, leíste bien. El sushi no solo lleva queso crema y huevas de cangrejo. Reconozco que tuve mis reservas, pero fueron bocados deliciosos que podría repetir varias veces.

No esperaba dar otro bocado hasta que llegó una pieza sorpresa de la casa que definitivamente no he visto en otro lado: un nigiri patrio. Base de arroz, pescado blanco, salsa cremosa de chiles y granada. Si esto no te dice todo acerca de lo que Niri-go está dispuesto a hacer para acercarte a este formato, no sé qué lo hará.

No te están vendiendo comida congelada de mala calidad ni ingredientes inaccesibles sino nigiris en su faceta más amigable. Seguro, después de probar, invitarás a más personas y, cada día, tendrás más ganas de probar algo nuevo.

Milena González 

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Detalles

Dirección
Puebla 379
Roma
Ciudad de México
06700
Transporte
Metro Sevilla, Metro Chapultepec
Precio
Consumo promedio por persona $350
Horas de apertura
Lun-sáb 1-8pm, dom 1-6pm
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