Experimentación, transformación y aplicación, métodos de Nativo Taller Gastronómico para reinventar la cocina mexicana, dando como resultado una composición de gastronomía tradicional con alternativa. Este restaurante originario de Guadalajara llegó al corazón de Polanco para satisfacer a los paladares intrépidos.
Tonatiuh Anzures está detrás de la coctelería, elemento integrado a la experiencia sensorial culinaria; tienen tragos de corte clásico, exóticos y famosos de la casa. Con un sorbo de la reina roja se denota inmediatamente el toque ahumado del mezcal y la ligera acidez de la jamaica, mientras que el solero remite a tardes veraniegas con helado de vainilla, vodka, maracuyá, piña y pimienta rosa.
El taco nativo al centro es una breve y satisfactoria introducción a la destreza con la que los chefs Alejandro Rojas y Ricardo Torres manejan la carne, lleva picaña y chistorra sobre tortilla azul y costra de queso con mousse de aguacate. Un tipo de bocadillo prometedor es el bao de brisket, un esponjoso pan servido con pecho de ternera braseado y puré de frijol.
Entre las distintivas costillas están la de short rib o cerdo prensado, este último lleva salsa de tepache y un ingenioso puré de manzana con limón. Postres obligatorios: s’more con malvavisco de frambuesa, chocolate valrhona y galleta de almendra, y borrachito de elote inyectado con ron sobre crema de cajeta y mezcal.
En este taller gastronómico se entremezclan los aromas, texturas e ideas de aquellos que le tienen profundo cariño al buen comer.