El viaje de Nan empezó mucho antes de que este lugar abriera. Cuando llegó a México, no se imaginó que aquí, donde antes había un lago, estaríamos listos para probar lo que ella nos iba a cocinar. Abrir un restaurante siempre es un riesgo, pero mostrar nuestra cultura a través de la comida, bien lo vale.
Nane es una barra de comida tailandesa tradicional con una carta breve pero suficiente para probar algunos de los sabores más significativos de su país. Desde las bebidas hasta los postres están hechos lo más apegado posible a las recetas originales. Nosotras empezamos con un Té tailandés, cremoso y fresco al mismo tiempo, y decidimos probar la Larb Salad, una entrada ligera y simple, pero llena de sabor, carne picada saborizada con limón y salsa de pescado, acompañada de col, ejotes y hojas de lechuga para hacerse unos taquitos.
También lee: Dónde comer comida Thai en CDMX
Tuvimos que probar el Pad Thai, un poco por curiosidad, y otro poco porque nos encanta; no nos arrepentimos, el sutil sabor dulce combina perfecto con la proteína elegida, el cacahuate y las verduras crujientes. Aquí las porciones son abundantes, y la presentación, enamora.
Entre los currys, elegimos el más picante, el Green Curry, que la verdad no picaba tanto, pero si estaba delicioso, con especias que se sienten en toda la boca, las verduras cocidas en su punto y el arroz que lo acompañaba, lo hicieron el platillo ganador de la tarde. Para terminar, Nan ofrece una sola opción de postre, el tradicional Mango Sticky Rice, que quedó espectacular con una copa de vino blanco.
Nane es un espacio pequeño en el que todo parece estar pensado para hacerte sentir como en una casa, las mesas afuera, la cocina abierta, que siempre se agradece, la posibilidad de sentarse en la barra y ver la preparación de todo lo que vas a comer, la decoración y hasta los platos hacen que sea un proyecto que se siente real, auténtico, y al que dan ganas de regresar. Gracias Nan.
Aura Mendoza
Te recomendamos: Pho Mama San