La mala noticia es que después de 41 años de servicio, el restaurante Fuji cerró sus puertas definitivamente. La buena es que en su lugar llegó otra propuesta que también llenará de gozo tu corazón: MO+F, el nuevo descendiente de la familia Mog.
La cocina es asiática pero con sus toquecitos mexicanos coquetos. Prueba de ello es el loquísimo guacamole con wasabi y jaiba frita. El wasabi es potente, por supuesto, pero está muy bien equilibrado y no oculta los sabores delicados del aguacate. Luego probamos un yakisoba, fideo ramen con cerdo y verduras. Aparte te mandan un bowl con abundante salsa de soya para chopear tus fideos.
Para el siguiente tiempo, le entramos al spicy curry con pollo (los reto a comerse una pierna de pollo con palillos), que viene con arroz al azafrán y unos plátanos fritos. Los dos platillos muy cálidos y apapachadores, de sabores potentes y técnica cuidadosa.
De postre nos echamos el mil crepas de matcha; ¡qué cosa!, además de ser un postre precioso, es riquísimo. Cada crepa es de matcha y, entre capa y capa, hay una porción delicada de crema chantilly.
Como tip: el menú es tan extenso que parece tesis doctoral, pero no te compliques y pide recomendaciones. No van a fallar.