La francomanía en su máxima expresión. Los envidiosos dirán que estamos en la Guadalupe Insurgentes, pero nosotros estamos seguros que Mediterrannee Coffee es una extensión parisina al norte de la Ciudad de México.
En este lugar no hay platillos complejos o cocina de autor, le apuestan a lo tradicional con una que otra excepción. Acomódate en alguno de los sillones tapizados con imágenes de la torre Eiffel o pide una mesa en la acera para disfrutar la vista al Parque de la Pasión mientras escuchas los éxitos pop del viejo continente. Para desayunar están los clásicos molletes gratinados, omelettes y chilaquiles hechos como en casa, ten cuidado con estos últimos porque la salsa es increíblemente picosa.
Si llegas a la hora de la comida, ve con la idea de que las opciones son reducidas, sólo hay pizza, baguettes y crepas. Pedí una baguette mediterranee, la especialidad de la casa, la sirven con ensalada o papas a la francesa, me fui por la opción saludable para no llenarme tan pronto. Mi plato tardó un poco llegar, pero la espera valió cada bocado. El salmón estaba en su punto, suavecito, bien sazonado y con un color rosa que pocas veces he visto en mi vida.
Las pizzas también tienen su encanto, si te gustan los sabores fuertes elige la española, una acertada mezcla de jamón serrano, queso de cabra y aceituna negra con pera y un toque de aceite de oliva.
Si no tienes tanta hambre, pide alguna de las crepas: de crema irlandesa, nutella, cajeta y nuez. Acompaña el dulce antojo con un carajillo o un espresso gelato, un primo lejano del affogato que va perfecto como postre.
Lo mejor es que quedas satisfecho por menos de $200 pesos. Además, los viernes cuentan con jazz y blues en vivo a partir de las 7pm.