Mauna quiere decir montaña en hawaiano y en esta cafetería en la Portales el cliente está en la cima. Los baristas no dudan en hacerte preguntas para ayudarte a averiguar qué te conviene probar ni en recomendarte sus más recientes favoritos. Incluso te invitan a aprender más del mundo del café.
Aquí están orgullosos de servir únicamente Café Estelar, una marca que tiene el objetivo de engrandecer el café nacional y a sus productores. Cuentan con varios orígenes: desde Chiapas hasta Nayarit pasando por el Estado de México.
Tienen una gama muy completa de métodos de extracción: V60, clever, kalitta, acropress, prensa francesa, chemex, silverstone y sifón japones. Claro, también hay café de máquina para los amantes del cappuchino, del latte o el macchiato. Para acompañar tienen roles dulces de cardamomo o semilla de amapola. Si se te antoja algo salado puedes optar por uno de tocino.
Decidí probar el grano chiapaneco extraído en chemex y el rol de cardamomo. Ambos llegaron calientes y listos para ser deborados. El sabor suave del café exigía beberlo a sorbos para realmente despertarme. El rol se desahacía con cada mordida y el sabor de cardamomo fue lo suficientemente sutil.
El ambiente de Mauna Café es más familiar que hawaiano. Los clientes son mayoritariamente vecinos de la zona que se reúnen aquí religiosamente, se saludan de nombre con los baristas y confían ciegamente en ellos, pues llegan a pedir lo de siempre y lo beben satisfechos. Si vives por la zona no dudes en acercarte, ser aceptado en la familia del café 100% mexicano es tan fácil como pedir más de una taza.