El Acapulco en la azotea se acaba de volver obsoleto, porque ahora puedes hacer Acapulco en la Cuauhtémoc en Mariola, el nuevo restaurante de cocina de mar que seguro te transportará a aquellos días de vacaciones en los que no te tienes que preocupar por nada más que por tener arena en los pies y una cerveza en mano.
Mariola es un restaurante pequeño, y vestido para la ocasión: para recordarte los días de playa que tanto extrañas. Ahí, la chef Carolina Arriaga se encarga de preparar comida playera fresca, informal y con esa cualidad intangible pero relajante que tienen las marisquerías.
Aquí puedes probar mariscos fresquitos como almejas u ostiones o, si quieres un poco de todo, la torre de mariscos La Quebrada, que viene con pulpo, camarón, callo de almeja, pescado y sus verduritas. Va acompañada con salsas y galletas saladitas. Además tienen los muy tradicionales cocteles, aguachiles y antojitos como pescadillas o filetitos de pescado.
Por supuesto, no faltan los tacos, las tostadas y los muy tradicionales pescados zarandeados, empapelados o el pulpo enamorado, además del pulpo al grill. Y los postres también son los tradicionales de marisquería: plátanos fritos y fresas o mangos con crema.
Puedes acompañar tus mariscos con cervezas o micheladas o con cocteles súper playeros como el pecado de mar: gin, calpis, puré de lichi y limón, o la playerísima y clasiquísima margarita.
Dicen por ahí que en el mar la vida es más sabrosa. Y sí, pero ir a Mariola puede compensar esas ganas de agarrar el coche y correr a Acapulco al terminar la jornada laboral para no regresar jamás.
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