Después de nuestra visita nos gustó llamar a esta cafetería un comodín de la capital de San Luis Potosí. Es un espacio relajado que te recuerda a cualquier café de tintes bohemios de Coyoacán en la Ciudad de México, el edificio tiene el encanto colonial. Es un comodín porque bien puedes comer una pizza o una baguette, como enchiladas suizas, hamburguesas o gringas al pastor.
Esa variedad en el menú, además de los precios amigables, es lo que atrae a los paseantes del Centro de la capital de San Luis Potosí, se ven parejas jóvenes que buscan comer alitas buffalo con una michelada o una pizza rústica con una malteada. Te recomendamos la pizza de cuatro quesos o la italiana, con pepperoni, champiñones, aceitunas y pimientos; la masa es crujiente aunque de grosor mediano y la salsa de jitomate sabe fresca. También te recomendamos la mexicana de chorizo y jalapeño. Hay un único tamaño y alcanza hasta para tres personas ($149), si vas solo puedes pedir un calzone o una crepa, con los mismos ingredientes que las pizzas y hechos al momento.
Probamos la burger de carne ligeramente roja al centro y con queso; es una hamburguesa perfectamente cumplidora con papas a la francesa. Si quieres algo más ligero, puedes pedir una ensalada César.
Los meseros te recomendarán qué pedir de postre, pon atención a lo que dice en la parte de atrás de sus playeras: “pide un frapuccino”. Están los tradicionales de chocolate, oreo, o con licores como Baileys o Kahlúa. Pide el de lechera, es dulce gracias a la leche condensada y helado por el hielo crujido.
Esta cafetería es una brillante idea para comer algo rico y barato, además no hay excusa pues su variedad satisface a cualquier grupo de personas. Aunque no es tan rápido el servicio, se entiende cuando las cosas se hacen al momento y efectivamente nos dio gusto pedir un frapuccino.