Aquí todo está encaminado hacia una alimentación saludable y balanceada, pero donde también quepan los antojos monchosos enriquecidos con la grasa vegetal del aguacate. La parte dulce es donde la cosa se pone interesante. Para empezar, las bebidas no llevan ningún tipo de azúcar añadida pues en Cate promueven que volvamos a degustar el sabor natural de las frutas. Si las quieres más dulces, puedes pedir que agreguen miel de abeja o estevia. Pero sí, los licuados, smoothies y jugos llevan un poquito de aguacate.
Yo también me asusté al principio, pero mi curiosidad fue más fuerte y pedí un smoothie de blueberry. Aunque el sabor de la fruta predomina, sí llegas a sentir el aguacate; no estorba, más bien aporta cremosidad.