Acepta el reto para ver si eres El gran suertudo: en menos de 20 minutos, cómete y no pagues una hamburguesa de seis carnes, seis quesos, jamón, piña, tocino, tiras de pollo frito, chorizo argentino, chistorra, arrachera y hojuelas de papa. De acuerdo a los encargados, hoy en día esta hamburguesa pesa más 2.6 kg y tristemente nadie ha podido con el reto. También la puedes pedir como una opción familiar y compartirla con muchos, cuesta 250 pesos.
No todo es atasque, en este recinto de comida norteamericana también tienen las hamburguesas individuales, las de pollo, las papas fritas, las tiras y las alitas de pollo, entre muchas otras cosas.
Las alitas de pollo son una de las fortalezas de sus freidoras; de hecho, tienes que pedir unas para acompañar cualquier otra cosa que vayas a pedir, en serio. Son jugosas, calientes y repletas de salsa. También preparan las tiras de pollo, que son una versión boneless (sin hueso) de las alitas, prueba las buffalo hot strips, son suavecitas y muy picosas.
Sus hamburguesas son más que cumplidoras y rendidoras: una vez que comes una de Lucky Paul’s, en algún momento posterior de tu vida te llegará a la cabeza el deseo por venir y comer otra. A mi me gusta la buffalo bill porque lleva esa salsa buffalo de las alitas y blue cheese (queso azul). Si no eres fan del queso azul lo puedo entender, mejor pide una dirty susy. Es de doble carne rellena de quesos y chipotle, suena enorme pero la verdad es que la porción es la adecuada –tu boca es medida–. También hay las versiones de pollo.
Los aros de cebolla no son nada del otro mundo, pero con salsa barbecue se vuelven el complemento perfecto de las hamburguesas (y alitas).
La carta es muy extensa, sobretodo en el apartado de snacks; ahí encontrarás el paquete mix & match que viene con alitas, tiras de pollo, ensalada y hojuelas de papa. Es para compartir y para que pruebes de todo.
Hay cervezas, micheladas, cubanas y clamatos, lo que vuelve a este restaurante un buen bar deportivo cuando hay partidos. Aunque le falta un poco de mantenimiento al local, me gusta para pasar a comer algo el fin de semana y quedar más que satisfecho.