1. Moa
Una de las aperturas recientes que nos enamoró con su sazón casero de cocina coreana se llama Dooriban (si no has ido, ¿qué estás esperando?). Pues a la vuelta acaba de abrir su hermano menor, un café coreano que moríamos por probar.
Los tonos terracotas y el diseño minimalista son perfectos para instalarse a trabajar adentro, pero si quieres echar el chisme en el solecito, quédate en las mesas banqueteras.
Entre las opciones de café, hay bebidas con ingredientes asiáticos muy interesantes como un carajillo con espresso, soju (licor de arroz) con especias y baileys que anoté para mi próxima visita. Pero ese día, solo buscaba algo caliente para calentarme el alma y las mezclas de tés me hicieron ojitos. Bajo recomendación de la barista, pedí el té Agua Dulce, con cedrón manzanilla, hinojo, regaliz, lavanda y semilla de cilantro. Gran decisión, el regaliz deja ese gustito dulce muy reconfortante.
La carta no es muy grande y la dividiría entre quien está acostumbrado a los sabores coreanos (o eres fan de experimentar con chiles y fermentos) y los que no. Si eres del primer team, prueba los tres envueltos bajo el apartado de “arroz”; pedí el kimbap, un rollo con carne de cerdo enchilada y el Ssambap, con hoja santa y jengibre con pasta de especias coreana (ssamjang). Ambos tienen ese punch que me encantó de la cocina de Mama Park en Dooriban.
Si eres del segundo team, vete directo a los sandos para almorzar. Probamos el spicy tuna, cuya parte “spicy” estaba muy atenuada, sobre todo en contraste con los rollos.
Además, tienen una sección de abarrotes, donde puedes comprar para llevar su kimchi, salsas, encurtidos o yogurt de la casa.
Jalapa 91, Roma. Metrobús Durango. Miér-vier 8am - 6pm, sáb-dom 9am – 7pm. $300