La Juárez es una colonia que mantiene un equilibrio entre lo histórico de sus edificios antiguos y las nuevas aperturas que le dan un segundo aire. Cada local tiene su propio “estilacho” y su personalidad que aportar.
Poniendo a esta colonia más guapa se encuentra Loose Blues, una tienda vintage de ropa, revistas, sombreros (de lo más), arte y vinilos, todo seleccionado con cariño y cuidado. Adentro, resguardado como secreto, está Loose Blues Dining.
Por naturaleza –casi por obligación–, un diner es un lugar relajado, de eso se trata, uno no espera nada más ni nada menos y cuando me enteré de este lugar: ¡pum!, en automático, hambre y emoción. Era perfecto, la personalidad, el concepto y la ubicación.
Para visitarlo, me puse un sombrero C Crown Fedora, de color negro para estar ad hoc al estilo que se maneja en este sitio y entonar con las joyitas sombrereras que venden. Entonces me lancé feliz.
Por dentro encontré una barra y una iluminación de luz sepia por los focos vintage. Llegó a mí el especial del día: era un tartár de salmón. Una mezcla preparada al momento con pescado fresco y aderezada de tal manera que el juego del ácido y el amargo estaba rico. Luego, unas tostaditas de ceviche con un salpicado bonito de colores (mango, cebolla morada, camarón, pulpo) con frescura y rica sazón. Estas son dos buenas opciones del lugar.
Pedí que me recomendaran un plato y al seguir la sugerencia me animé por el mentaiko. una pasta cremosa a base de hueva de pescado, calamar y shizo. Desde que tomé asiento había fantaseado con pedir postres. Se leen antojables, como el ringo vanilla (manzana y pera al vino tinto con helado de vainilla, dulce de leche y nuez) o el tofu cheesecake (con frutos rojos).
Aunque el servicio en el comedor puede ser un poco flojo, si vas a comprar revistas de importación o ropa y te ataca el hambre, quédate a comer.