Es el vecino del embarcadero del Lago de los Reyes, un lugar dedicado a la comida prehispánica que además de tener una notable vista, ofrece más de 70 cervezas de todo el mundo. La Playa ha dado servicio por más de 40 años con un menú variado en entradas y platos fuertes trabajados bajo la esencia del auténtico restaurante bar.
Entra al pequeño santuario de la chela artesanal, donde las etiquetas internacionales brillan gracias a unos foquitos y están acomodadas en una especie de altar. Alemania y Bélgica llevan la ventaja en número de opciones, pero nada le piden a una oatmeal stout lágrimas negras, además de que tienen su propia cerveza clara y obscura.
Ya sea que te acomodes al interior del lugar, afuera junto a la fuente o en el área vip (terraza), ojea la carta sin mayor complicación y busca lo que el antojo dictamine. Hay carne, enchiladas, quesadillas y caldos; las especialidades que hacen guiño a la cocina prehispánica son los chinicuiles, escamoles, ahuautles y gusanos de maguey.