Ven a La Pica para enchilarte con un aguachile a la manera de la costa nayarita. No te prometen el mar, el sol ni la arena, pero sí los mariscos frescos, las cervezas y un espacio que combina el gusto costeño con el partido de futbol en la televisión.
Con el piso de mosaicos blancos con garigoleados azul cielo, el concepto de este restaurante te podrá parecer como cualquier lugar de mariscos, aunque su fortaleza radica en los platillos.
Tu mantel es el menú. La sección de botanas tiene unas 24 opciones.
Probamos la empanada de marlín con queso, que más bien es un taco frito y está cumplidor. Ponle unas gotas de salsa de habanero con miel de agave, para que agarre tono.
Muy por encima de lo satisfactorio están los aguachiles. Llegó a la mesa el picantería, con una marinada de soya, chile de árbol y limón. Es saladito y después de comer varios camarones comienzas a respirar por la boca a causa de lo picoso. Pide un agua del día (un litro) y ya la hiciste si te toca de mango con naranja.
El pescado zarandeado es una de las especialidades y lo probamos en una costra; llega encima de una tortilla de harina y con una salsa de jitomate. Tuvo una brillante textura crujiente y es buena para acompañar una cerveza michelada.