Sabemos que el amor puede ser cosa complicada, pero cuando es tan dulce como un brownie de triple chocolate horneado con galleta y tan calientito que parece que apapacha con cariño y delicadez tus papilas gustativas… ¡elijo amor eterno!
La Dulzura de mi Corazón es un pequeño lugar en la Roma que podría pasar desapercibido si no es por la vitrina que alberga pedacitos de amor —y dulzura, por supuesto— en sus entrañas y hace voltear a cada persona que pase caminando por fuera o en su auto.
Tonos blancos y rosas, y dos pequeñas mesitas acogen a cada apersona que entra en este paraíso azucarado, el letrero neón al fondo te invita a perder el miedo, a ser feliz, a amar. ¿Y cómo decir que no a tan irresistible aventura?
Los besitos fueron la primera muestra amorosa que recibí y un besito en el cuello —merengue francés parecido al macaroon relleno de vino tinto y chocolate amargo— me puso en el mood para pedir más. Besito de amante definitivamente me atrapó, la primera mordida es crujiente y dulce pero cuando llegas al relleno suavecito de queso crema, Nutella y chocolate kinder te regresa a esos momentos en los que fuiste inmensamente feliz.
Mi caricia favorita fue el amor muerto, originalmente nació sólo para celebrar el Día de Muertos pero tuvo que quedarse en el menú por enamorar a los clientes hasta los huesos; es un pan blandito preparado con mantequilla, bañado en tres leches y relleno de mucha Nutella, chocolate kinder y betún de queso crema endulzado que se sirve frío. Todo el año se llama amor pero a partir de agosto se muere y le salen huesitos (pan de muerto).
Para que tanto amor no te dé sed, pide un encanto: limonada de frutos rojos con hielos. Si de plano no eres amante del chocolate deberás vivir un amor prohibido: smoothie con base de jugo y pulpa de mango, helado de limón, chile en polvo de tamborín decorado con pica fresa, swinkles, tamborín, chamoy y tamarindo. El primer trago es un poco ácido pero después te acostumbras al sabor picosito y dulce a la vez.
Georgina Carrasco es la mente creativa detrás de todos estos postres, inició con un canal de YouTube sobre repostería y pedidos en línea. Todo el menú está planeado para que mientras lo lees y ordenas, tu lenguaje sea totalmente amoroso y eso es lo que en La Dulzura te hacen sentir. Lo importante es no tener miedo y dejarse llevar.