Los platillos más populares son siempre los más controversiales. Cuando se trata del “mejor” taco, pizza o hamburguesa de la ciudad, una plática entre amigos se puede convertir en una discusión de horas, en la que seguramente ninguno quedará satisfecho con la opinión del otro. El último año, el debate se ha puesto particularmente difícil cuando de hamburguesas se trata.
Aunque existen quienes siguen jurando que las de Morton’s, The Palm, Barracuda o Johnny Rockets siempre serán las mejores, nuevos lugares, como el Butcher & Sons y Volver, llegaron a introducir un poco de variedad a lugares y recetas del platillo estadounidense.
La misión de La Burguesa –pequeño local abierto hace un año en la Condesa por Carlos y Patricio González Noriega– es sencilla: hacer las mejores hamburguesas posibles y nada más. Su menú es bastante básico: seis hamburguesas, cinco tipos de guarniciones y tres postres.
Lo corto del menú se balancea con lo sorprendentemente bueno que está todo: desde recetas básicas, como la del tío sam (sirloin, queso cheddar y tocino), a otras un poco diferentes a lo que encontrarías en otro lado. La fuerte (carne de cordero y queso camembert) es considerada por muchos la estrella del lugar, aunque su combinación de sabores puede ser demasiado intensa para algunos; la de pollo con guacamole y queso oaxaca es exquisita, igual que la de camarones (con salsa de hot wings, queso manchego artesanal, tocino, aros de cebolla, arúgula y mayonesa de jitomate deshidratado). Dentro de sus opciones también cuentan con una para vegetarianos.
Al igual que sus platillos principales, los postres son pocos pero espectaculares. Las únicas tres opciones son helados de crema de cacahuate, de Gansito (sí, como el Gansito Marinela, y sabe igualito) y de galletas maría con cajeta.
Quizá lo único que se le puede reprochar al lugar es que el servicio llega a ser tardado, lo que es raro para quienes están acostumbrados a pedir una hamburguesa y tenerla entre sus dientes al minuto, pero el lugar es lo suficientemente a gusto para que no sea una monserga estar ahí. A fin de cuentas, la espera vale la pena.