Sí, también lo conocimos por redes sociales. Al ver que el nuevo restaurante coreano Kuili causaba furor en Reforma y se convirtió rápidamente en una esquina famosa, habría que comprobarlo. Es un lugar que apantalla por su diseño pensado para que le tomes miles de fotos y las subas a Instagram. Juan, el dueño del restaurante, cuenta que el edificio tardó un año en realizarse. Ahora vamos a lo que importa: la comida.
Si existe un prejuicio en tu mente sobre el orden de cómo se degustan los platillos coreanos en la manera de prepararse y probarse, posiblemente te lleves una sorpresa. Aquí se combina el kimchi, platillo tradicional fermentado que mezcla lo dulce, ácido y picante, con carne, huevo y elote; el toque mexicano viene con el queso manchego —muy rico, por cierto— para que el paladar juegue con las texturas y se quede con una nueva impresión.
El diseño de mobiliario, tallado en madera, ofrece una sensación casera, ya que de inmediato nos sentimos como en casa. Llegó el mesero y con ella el Baschan, que es guarnición: muy al estilo sopa de calabaza por cortesía de la casa. Después probamos el puré de patata y un festín abundante: al centro, una parrilla con carbón, la protagonista de este escenario llamado comida.
Kuili tiene carnes de primera calidad como el pecho de Angus y la lengua de res —no tan apreciada, pero sí muy rica—, se nota en el olor, sabor y textura. Sobre la parrilla previamente lubricada con aceite, se colocan los cortes y dependiendo su nivel de grosor, hay que dejarlos más o menos tiempo, evitando que se quemen, o la carne podría perder su verdadero sabor. Creo que es un poco instintivo, cuando comienzas a ver el color café y ese olor penetrante en la nariz, es inevitable el uso de las pinzas para voltear.
El gusto siempre debe ir acompañado por los condimentos en polvo, cuando veas el de color amarillo es el momento de pasar tu carne por ese. Prueba todos, dan sensaciones distintas y seguro encuentras el tuyo.
El Barrio Coreano se ha abierto a más público, prueba de ello son las conversaciones que se pueden dar en el lugar —siempre cuidando la privacidad entre mesa y mesa–. Me di cuenta de que este es un buen lugar para ir a una primera cita, hacer una buena parrillada y tener una conversación para conocer los gustos y aspiraciones de otras personas, sin embargo, no deja de ser un lugar familiar que invita a la conversación.
Si quieres ver a más a detalle la propuesta de Kuili, te dejamos este video