Uno de los platillos más famosos de Guadalajara es la carne en su jugo; un caldo de frijoles con carne de res. Durante mi estancia en Guadalajara me recomendaron Karne Garibaldi más de una ocasión, así que fui para saber por qué todos hablaban de este lugar.
Cuando llegué el restaurante estaba a reventar, pero la host me asignó mesa al instante. El restaurante tenía un buen ambiente, con mariachis tocando entre las mesas y un ambiente cien por ciento familiar.
Al sentarme, el mesero me dio la bienvenida con un plato de barro con frijoles refritos en manteca, granos de elote y totopos, salsa verde y tres quesadillas de queso fresco, ( si esto fue el inicio no quiero pensar el plato fuerte).
Después de acabarme esa porción pedí la tradicional carne en su jugo y no miento si digo que el plato llegó en un parpadeo. Haré una pausa aquí y contaré un poco de la historia del lugar: en 1970, Néstor Flores Michel abre este restaurante para que los extranjeros conozcan la comida tapatía. Como quería ser tan buen anfitrión se dedicó a tener el mejor servicio del mundo y lo logró. El 31 de agosto de 1996, Karne Garibaldi obtuvo el Record Guinness por el servicio de comida más rápido del mundo con 13.5 segundos.
Volviendo a la carne en su jugo, posee un equilibrio entre el sabor de la carne, el caldo de frijoles y lo crujiente del tocino. Lo acompañé con cebolla, cilantro y chile verde picado, tortillas y guacamole. De vez en cuando pasa un mesero con una jarra metálica con caldo caliente, por si quieres más o se te enfrió. Además de este platillo, cuentan con parrilladas de bisteck o cecina, choriquesos y enfrijoladas.
Después de tres docenas de tortillas con salsa pedí la carta de los postres. Entre el flan, el mil hojas me decidí por la tradicional jericalla, un dulce de leche que se encuentra, en consistencia, entre la natilla y el flan. Su sabor fue dulce y limpio mi paladar de sabor salado.
Un punto negativo es que el servicio está tan sistematizado que se complica un poco quedarse a la sobremesa. Los meseros te preguntan cada segundo si quieres algo más, lo que se vuelve algo irritante.
A mi salida me ofrecieron cecina empaquetada y los frijoles con manteca y elote con los que me recibieron. Nunca me había alegrado tanto de salir de un restaurante con tres latas de frijoles para llevar a casa.