A todos nos encanta el sabor casero de un buen mollete, pero para variarle el sabor, Juan Molletes le da un giro a la receta de este platillo consentido con la combinación de ingredientes mexicanos imposibles de resistir; darles la mordida es inevitable.
Se conserva lo tradicional: bolillo ligeramente tostado, frijoles refritos y un galante queso fundido. Lo innovador de este casero y pequeño local comienza con el nombre de los platillos, como el mainstream (el clásico de frijoles con queso), el geek (pollo asado) o el de chicharrón prensado denominado por ellos como el homeless.
El dedicado a los hipsters se llama underground; es vegetariano y coqueto con la mezcla de dulce y salado por la flor de calabaza y jamaica que le pusieron encima. Al pedir el quedabien nada puede salir mal, pues lleva un glorioso tercio de quesos cheddar, oaxaca, manchego y mozzarella. La batuta del sabor la lleva el mayita, que toma la inconfundible sazón mexicana con cochinita pibil y cebollitas moradas.
Procura llegar temprano y evita las horas pico, pues habrá que esperar a que se desocupe una mesa. Precio, calidad y ambiente le hacen justicia a este recinto y sus creaciones gastronómicas son muy originales, a pesar de que no se sepa si Juan es el responsable del sabor, pero sí que saben de molletes.