La expresión “huele a pan” toma un sentido completamente diferente cuando pasas por esta panadería, especialmente entre 1 y 3pm, pues es la hora de la comida de los oficinistas en la zona de Barranca del Muerto. La calle no sólo huele a pan, sino que huele a toda la gama de aromas que un horno puede expedir; como especias, levadura y alguna salsa. Esto se debe a la bipolaridad de la Hogaza, porque de ser una panadería en Plateros (a la vuelta), expandió sus horizontes para ofrecer más delicias que combinen perfectamente con un pan fresco y recién horneado en este restaurante. Ahora puedes disfrutar de ambas modalidades.
Todos los panes como cuernitos, baguettes, pasteles y tartas de la panadería, también los puedes adquirir aquí.
Este restaurante tiene una terraza con un par de mesas y en el área interior unas cuantas más para que comas y bebas café chiapaneco recién hecho. El menú es como el de una fonda y los precios lo sustentan. Para desayunar hay chilaquiles con pollo o huevo, a 40 pesos. Tienen todas las posibilidades de revoltura con huevos: con chorizo, salchicha, tocino y hasta espinacas. Si tienes el estómago delicado pide un plato de frutas surtidas con queso cottage. En realidad, yo probaría los molletes porque el pan es excelente y en el menú los anuncian con “con pico de gallo y un toque de especias”.
Para comer la cosa se pone aún mejor, hay ciabattas con jamón de pavo, serrano y de pechuga; probé la de salami artesanal con queso manchego y quedé mucho más que satisfecho. No pude averiguar la procedencia del salami pero te lo recomiendo con toda seguridad. También hay ensaladas.
Comí alrededor de las 3pm y el lugar estaba saturado de comensales y no alcancé menú del día, el cual consiste en los tres tiempos con la bebida incluida por 70 pesos. También hay un “paquete especial”, que siempre va a consistir en una lasaña boloñesa, de espinacas, champiñones o una pizza, con una enorme ensalada, por 60 pesos. A juzgar por la apariencia de los platos que salían de la cocina te puedo decir que esta es opción es la que tienes que elegir.
Debido a la alta afluencia de fanáticos del pan, mi ciabatta tardó bastante en llegar a la mesa, sin embargo, a la hora de pagar la cuenta me invitaron el refresco a manera de compensación, así que salí hasta con una sonrisa.