Helado Bonito
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Helados en CDMX: las mejores heladerías de la ciudad

Con este calor una, o dos, bolas harán que te mantengas fresca. Van los helados en CDMX que más nos gustan; artesanales, tradicionales, en seco y hasta de sabores exóticos.

Mauricio Nava
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Con este clima y para el verano un helado en CDMX no te caerá nada mal y menos si es de las mejores heladerías en la Ciudad de México. La lista es curada por ti y por nosotras, o sea, no hay pierde. ¡A disfrutar! 

Van los helados en CDMX que más nos gustan; artesanales, tradicionales, en seco y hasta de sabores exóticos. 

Helados en CDMX: las mejores heladerías

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  • San Rafael
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Sobre la calle Alfonso Herrera de la colonia San Rafael, una fachada azul se hizo notar desde finales del año pasado. Glaciar: Libros Helados llegó como un pequeño, pero hermoso espacio que tiene el potencial para convertirse en el lugar favorito de muchos. A primera vista es una heladería con una sección de libros, pero la realidad es que se concibió y creó como un proyecto para difundir literatura independiente. Los helados son un extra, bastante atractivos por cierto.

Daniel y Alfonso son diseñadores de libros que, cuando se dieron cuenta de los casi nulos puntos de venta que tienen los libros independientes, decidieron construir Glaciar: Libros Helados (puntos extra por el nombre). Así, convocaron a los amigxs que habían conocido a lo largo de los años en las ferias de arte para poder construir el acervo.

Aunque los helados son un incentivo para acercar a la gente a la lectura, no dejan a desear. Son hechos a base de yogur, conservan el sabor natural y ponen un sabor especial cada semana. En nuestra visita nos tocó avellana. Se sirven en cono ($20) o puedes acompañarlos con toppings ($35-$45). De igual manera, encontrarás waffles en forma de cono que se acompañan con helado.

No olvides pedir las galletas moomin, elaboradas por BLU café. Son tiernas y muy hermosas para darle ese toque final a tus postres helados.

Además de helados, ¿qué hay en Glaciar:Libros Helados?

Cuentan con una cuidadosa selección de autores, nacionales e internacionales. Además tienen merch de ilustradoras e ilustradores. Algunas de las propuestas que encontrarás es S.A.R.A, Gato Negro, Impresos México, CONSONNI, Cthulhu Books y Polilla Editorial, por mencionar alumnos.

Y en su compromiso por ser una oferta completa y amigable, también cuentas con literatura infantil. Así que desde peques hasta adultos encontrarán propuestas de entretenimiento en papel. 

Su encanto está en los detalles, así que si tienes presbicia —problemas para enfocar objetos cercanos— debes sí o sí llevafte tus lentes para ser observador de todos los pequeños detalles. Además, claro, tus anteojos te servirán para conocer sus más de 30 propuestas editoriales.

Recomendado. Restaurantes divertidos para ir con niños en CDMX y bares y cafeterías para caerle al cineclub.

  • Heladerías
  • Condesa
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Caminando por La Condesa conocí a la heladería más rosa e instagrameable de la zona. Y lo mejor es que también es vegana, zero waste y usan solo productos naturales y de temporada. Esta heladería que tu feed de Instagram y tu corazón necesitan es Nieve de Olla.

Esta heladería, que vive dentro de una casona gigante, es tan bonita que no te vas a querer ir nunca. Tiene mesas afuera, perfectas para pasar el rato en compañía de tu perrito, y adentro, que son tan cómodas que se antojan para instalar ahí tu oficina por un día. Desde ahí tendrás una vista increíble al taller, donde hacen todos los helados que han hecho felices a tantos.

Y además de tener un gran diseño, en Nieve de Olla también tienen preocupaciones sociales y medioambientales: compran a productores locales, usan solo ingredientes naturales (nada de estabilizantes, colorantes o saborizantes) y no generan desperdicios. Por eso, si vas por tu helado para llevar te lo darán en cono o en canastita; las cucharas están hechas de una mezcla de cereales que te puedes comer (y, sí, aguantan a que te comas tu heladito sin deshacerse). Y, si vas por helado para llevar, te lo darán en un frasco de vidrio que puedes llevar en tu siguiente visita para que te hagan un descuento.

Y, lo más importante, los sabores de los helados son tan ricos como originales. Como solo usan productos naturales, en Nieve de Olla las opciones cambian dependiendo de la temporada. Así aprovechan lo más fresco y rico para producir estos helados, que no tienen lácteos y están endulzados con miel de agave. No te pierdas en de chocolate mexicano, de mazapán (combinación ganadora: pídelo para tu affogato) o de matcha.

Por la temporada, a nosotros nos tocó probar los de calabaza, café con mezcal, menta con chocolate y plátano con caramelo. Y lo mejor de tener sabores de temporada, además de que se aprovecha la estacionalidad de los ingredientes, es que puedes ir a Nieve de Olla ten seguido como quieras y no aburrirte jamás.

¡Ah! Y si vas con tu Milanesito, invítale una galletita helada. Son de plátano con avena y son un éxito, ya calado y garantizado por el perrito de quien esto escribe.

Te recomendamos: María Fortunata

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  • Juárez 
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Casa Morgana Heladería
Casa Morgana Heladería

Kirén Miret es productora de la cápsula Niñonautas con Carmen Aristegui y es autora de libros para niños como La asquerosa enciclopedia, Arañas, pesadillas y lagañas… y Otras misiones para niñonautas, entre otras publicaciones. Hace tres años viajó a España para realizar una cobertura, y cuando probó el gelato, su paladar se enganchó de inmediato. Su primera misión fue tomar un curso sobre el tema en Los Ángeles, luego se fue a Italia para pulir perfectamente la técnica para convertirse en una gelatera profesional. El resultado es Casa Morgana.

Es una heladería diminuta e interesante sobre Milán en la Juárez, lo notarás cuando veas el azul rey de la fachada. A la distancia parece un salón de té cálido, por las luces amarillas y los adornos vintage, pero cuando te acercas ¡pum! verás un mostrador que recuerda a los carritos de helado italianos de los años treinta. No hay mesas ni sillas, pero Kirén hizo un trato con Milán 44 para que sus clientes puedan sentarse a disfrutar de su gelato sin problema alguno.

La propuesta se divide en dos: gelatos y sorbetes. Los primeros son una preparación italiana hecha, en mayor medida, a base de leche; tienen una consistencia más densa que los helados porque se baten a menor velocidad; además, no contienen azúcares añadidos ni conservadores, lo que hace que sus sabores sean más puros y, al mismo tiempo, más perecederos.

En Casa Morgana dominan la técnica, pues los gelatos tienen la textura y consistencia adecuada. Tienen producción diaria con al menos cuatro sabores, que cambian cada vez que se acaba alguno de los botes. El menú incluye sabores como matcha, distintos tipos de chocolate, canela, café, fresas a la crema, leche con galleta de chocolate, plátano con dulce de leche y mamey. Probé el de chocolate amargo y fresa, y la verdad los disfruté como niña chiquita.

Los sorbetes tienen como ingrediente principal el jugo o puré de las frutas, no tienen grasa ni yemas de huevo. Fueron el primer helado en la historia del hombre, pero nunca han pasado de moda. Aquí preparan sabores como limón con romero, mango con albahaca, fresa, naranja, piña y guayaba. El de limón con romero es francamente exquisito y refrescante.

Hay otras dos cosas muy padres de Heladería Casa Morgana: el laboratorio de fabricación de helados está a unos pasos del local, así que la experimentación se encuentra a la orden del día; y que tienen un horario extendido, normalmente abren a las 12pm y cierran a las 10pm, excepto los sábados que cierran hasta las 11pm para aprovechar que son vecinos del Teatro Milán.

  • Heladerías
  • San Rafael
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Su auge fue en los 30, pero su nieve de vainilla con puntos negros sigue vigente y es la mejor del país. Parece ser un simple helado de vainilla, pero es preparado con una vaina natural extirpada de orquídeas frescas de Veracruz. No se necesita más que una o dos bolas de este helado y dos galletas largas para extasiarse en la locación cada vez más retro.

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  • Heladerías
  • Juárez 
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Joe Gelato
Joe Gelato

El gelato artesanal italiano se diferencia del helado al estilo estadounidense en la proporción de grasa, ya que su base es agua o leche, en vez de yemas y crema de vaca —o el dañino y barato sustituto de manteca vegetal de los helados industriales— y en que contiene menos azúcar y aire agregado, ya que se bate a baja velocidad. Cuando se hace apropiadamente, los sabores son más limpios y frescos, y la textura aterciopelada. Uno de los contados lugares donde se elabora con maestría es Joe Gelato, de José Luis Cervantes, graduado de L'Università del Gelato di Carpigiani y ex Pujol, Quintonil, Narisawa (Tokio) y La Calandre (Italia).  

Además de su técnica rigurosa y combinaciones inesperadas (maíz azul, lúpulo y chocolate blanco, frambuesa y jamaica), el chef Cervantes no escatima tiempo ni ingredientes y utiliza únicamente productos naturales. Ese cuidado por los detalles brilla especialmente en dos favoritos, que no te puedes perder: su gelato de aceite de oliva, sedoso, afrutado y envolvente, sin ser pesado, y el sorbetto de cacao, que conquista sin irse por la vía fácil (el exceso de grasa y azúcar) y logra un chocolate goloso, intenso, aromático y en perfecto equilibrio. Además, cada mes hay especiales de temporada, paletas y pasteles helados sobre pedido.

  • Heladerías
  • Condesa
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Aunque ya se volvió una franquicia popular, con seis ubicaciones siguen haciendo sus helados con fruta directamente comprada del Mercado de la Merced. Cada sucursal tiene personalidad propia, pero nuestra favorita es la de Tamaulipas ya que conserva gran parte del mobiliario original. Su especialidad es la “copa arlequín”, en la cual parece que solo aventaron todos los helados que encontraron en una copa, pero la sorpresa es grata, ya que integra bien los sabores. Cuentan con nieves poco convencionales como chico zapote, zapote negro, macadamia y turrón. Es probable encontrar abuelitos con su coca flotante o su ice cream soda.

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  • Heladerías
  • Juárez 
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El helado en rollo ha sido una de las grandes innovaciones en la forma de servir uno de los postres más deliciosos. En Monk’Ice– fresca adquisición a la Juárez– la dinámica es más emocionante porque tú creas el sabor del helado a partir de tres ingredientes, ya que la base no tiene sabor (y es libre de lactosa).

Un espacio agradable en tonos negros, beige y amarillo con un mural recién pintado del distinguido changuito por Jorge Prado, artista mexicano ganador de un American Art Award 2018 y quien ha llevado sus murales alrededor de Europa y Latinoamérica.

Todo se mezcla para crear una especie de crema espesa que se tiñe del color de la fruta o dulce seleccionado. Luego la vierten en una plancha helada para amasarla y aplanarla hasta formar una fina capa que despegan con una espátula para formar los rollitos. Si no sabes qué ingredientes combinar, el dueño amablemente te hace sugerencias dependiendo de tus gustos.

Probé el de pepino, tequila y chamoy que me alivianó del calor instantáneamente. Contrasté lo refrescante con lo dulce al pedir uno de conejito con galletas chokis al que quizá le faltó más chocolate. Pero el helado no es la única especialidad, están los cafés, tés y tisanas, como un bora bora con jamaica, manzana, escaramujo, jengubre, maracuyá y caléndula. Ojo, porque al estar tan frío puede costar trabajo sacarlo del vaso.

Entre crepas y helados hay competencia por obtener las cinco bananas, el ranking de los monos por ser el mejor antojo en Monk’Ice. ¿Cuál será tu veredicto al visitar este lugar?

  • Heladerías
  • San Miguel Chapultepec
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Hace poco más de siete años, Guadalupe González abrió una pequeña heladería artesanal en la esquina de General Juan Cano y Luis G. Vieyra. El local poco a poco se fue ganando el cariño de los vecinos gracias a su experimentación con diferentes sabores como guayaba con cardamomo y plátano con chocolate —bautizado como bananeta—. La voz se corrió por las colonias cercanas y la heladería se convirtió en uno de los lugares más concurridos de la colonia.

Amor Casero solo trabaja con ingredientes mexicanos, la vainilla la traen de Papantla y el chocolate de Tabasco. Aquí no son bienvenidos los conservadores o los sabores artificiales, todo se rige bajo una técnica artesanal y (como indica su nombre) muy casera. Siempre hay sabores de temporada, como el de pan de muerto, de calabaza en tacha, de ponche y eggnog. Si prefieres las opciones más tradicionales pide un helado de limón, frambuesa o menta con chocolate.

La heladería también funciona como taller, en este pequeño local se  producen los saboderes que diarimente se reparten en las sucursales de la Roma (Querétaro 90) y la Condesa (Vicente Suárez 26). 

Por las calorías ni te preocupes, los productos de Amor Casero no rebasan las 275 calorías por cada 100 gramos, así que puedes comerte tu helado sin tanto remordimiento.

Recomendado: Las mejores heladerias en la Ciudad de México.

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  • Roma
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Cold Beat
Cold Beat

Como el café o las hamburguesas, los helados artesanales son una de las tendencias que han tomado la ciudad por asalto en los últimos años. No sólo se agradece que ahora tengamos más opciones, sino que exista un mayor interés por recuperar los métodos tradicionales con los que se hace la nieve de garrafa.

Inaugurada en septiembre de 2014, esta pequeña y coqueta heladería es proveedora del Four Seasons y de restaurantes como el Café Toscano, De mar a mar, Alekzander y Cachito Mío; también ofrece helados de tequila o whisky, ricos y bastante pegadores, y rentan carritos retro, con todo y campanillas, para eventos.

¿Serán las nuevas heladerías artesanales gourmet el punto de equilibrio? Por lo pronto, este local cercano a la Plaza Luis Cabrera ofrece sabores propositivos que son la respuesta al antojo de algo nuevo en estas asfixiantes tardes de verano, como un sorbete de jengibre, mango con maracuyá, jamaica con guayaba o un helado de queso de cabra con membrillo.

Para gustos azucarados, opciones como el helado de chocolate oaxaqueño o el de plátano con dulce de leche no tendrán problemas en satisfacerlos.

En particular, hay que probar el de lichi, frambuesas y rosas, seguramente un homenaje al mítico macaron Ispahan del gran Pierre Hermé, que popularizó esa combinación.

Los clásicos también son notables, como el de chocolate con naranja, de intensidad temperada con la frescura del cítrico. El de auténtica vainilla de vaina es fragante y aterciopelado. Todos pueden convertirse en slushies o malteadas con un cargo extra.

Si hay algo que le pediríamos a Cold Beat —más allá de mejorar cuestiones prácticas, como que no aceptan tarjetas, no tienen estacionamiento y no dan ticket ni facturas— es que sirvieran especialidades: nada más de pensar en un sundae, un banana split o una nueva creación con varios de sus sabores, a nuestro niño interior se le iluminan los ojos.

  • Heladerías
  • Condesa
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Nómada Heladería
Nómada Heladería

Comenzó como un food truck (Nómada) que se ganó a su clientela en festivales de comida. Hoy, esta famosa heladería gourmet ya cuenta con un taller en la Condesa para servir sus creaciones de una manera más sedentaria.

En Nómada, los helados llegan a un nivel nuevo de originalidad por sus complementos.

¿Ejemplos de sus combinaciones deliciosas? El helado de yogurt hierbabuena, servido con piña asada y granizado de jengibre; el de plátano caramelo, con crema de avellana y hojaldre; el de coco vainilla con plátano caramelizado y galleta de café; o el de chocolate, acompañado con galleta de pepita y granizado de naranja. Como los toppings reemplazan el barquillo, todos los helados son servidos en un plato.

En cuanto a sabores, texturas y colores, Nómada intenta respetar la naturaleza de sus ingredientes y, en la medida de lo posible, procuran utilizar materia prima orgánica y mexicana.

El chef repostero Omar Gómez es el creador de estos postres. Con el objetivo de hacer los mejores helados artesanales de México, él es quien busca las combinaciones perfectas para cada una de las temporadas.

Si los pruebas y te encantan, esta heladería también cuenta con bicicletas para entrega a domicilio y servicios en eventos.

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  • Heladerías
  • Roma
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Al asomarte a la esquina de Orizaba con Coahuila, un local salta a la vista por los dos helados que sobresalen de su fachada rosada. En letras grandes anuncian tu llegada al paraíso de los toppings: la heladería Sweet Monster.

La temática rosa se mantiene presente en el interior con un letrero neón que describe el sentimiento de la mayoría de los clientes: ice cream makes me happy (el helado me hace feliz). ¿Y cómo puede hacernos triplemente feliz un helado? Al menos a mi, con toppings ilimitados.

Una barra con delicias me abrió el apetito: toppings de cereal y chispas de colores, hasta galletas sabor churro, compota de manzana-canela, una mezcla de mazapán, cacahuate y palanqueta, sumándole las salsas de caramelo, chocolate, chamoy y cajeta quemada.

Si la variedad te es abrumadora, como en mi caso, acude a la heladera Ariana Victorica, quien creó tres mezclas especiales de Sweet Monster para no romperse la cabeza. Elegí la especialidad de la casa, el munchies: galletas saladas, papas crujientes, pretzels y lunetas; para fanáticos del choque de lo dulce con salado. Agregué palomitas cubiertas de caramelo para rematar con este dúo, sintiéndose agradable al paladar gracias a los tonos salados con la cremosidad del helado.

En cuanto a sabores de helado, está el de vainilla hecho con leche orgánica traída de un rancho de Coahuila, es cremoso y recibe bien a todos los toppings. Si buscas sabores tropicales, tienen los de fruta de temporada. Todas las galletas se hornean en casa, ¡hasta las que son para perros! Sweet Monster hace que el cielo sea el límite, así que aviéntate con las combinaciones que dictaminen tu goloso instinto.

  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Aún recuerdo que la primera vez que visité Helado Bonito, andaba dateando a un actual Voldermort (quedé, inserte emoji de payaso). La verdad es que todo el personal hizo que me luciera en esa cita; desde que entramos nos recibieron con mucha buena vibra y sonrisas, se sentía un ambiente de confianza, como si estuviéramos entre nuestros mejores amigos, y recuerdo que me encantó el mood rústico que da al lugar el enorme árbol al interior.

Justo al estar frente a la vitrina de helados comenzó la parte divertida, entre risa y risa, fácil nos aventamos a probar el 90% de los deliciosos helados disponibles, parecíamos niños chiquitos en una feria. Lo padre es que al hacer el tasting utilizaron cucharitas de metal para reducir la generación de basura; fun fact: los únicos recipientes que utilizan para servir sus helados son crujientes conos y canastas comestibles, hechos con una masa artesanal vegana súper deli que, de desecharse, no hará daño al ambiente. 

La carta de Helado Bonito es bastante extensa: empecemos con la especialidad de la casa, los gelatos, ya sea en su versión tradicional (con leche entera 100% de vaca), o la línea de helados veganos y sin azúcar (endulzados con fruta del monje, azúcar de coco o miel de agave). Aquí, la minuciosa selección de los ingredientes habla por sí sola. La consistencia de los helados es muy rica, son cremosos y no se derriten rápido.  Se nota que todos los productos son frescos y de calidad. La variedad de sabores se adapta a las temporalidades de los insumos, los cuales se adquieren con proveedores locales, bajo la premisa del comercio justo y de cero créditos.

Otras de las opciones que podrán disfrutar en Helado Bonito son las delicias a base de helado o gelato (malteadas, smoothies, affogatos, flotantes), crepas dulces y saladas, brownies, pasteles, alfajores, galletas, sus famosas dobladitas o café, que hacen con una mezcla personalizada de granos mexicanos, ideada por el equipo de Cucurucho Café.

Mis favoritos y los que me han hecho regresar constantemente a Helado Bonito, son el espectacular helado de cacao solito o combinado con gelato de cardamomo y café espresso. Para cuando tengo antojo de unir lo frío con lo caliente, un imperdible es el affogato, la versión con la que aquí te sorprenden viene en canasta artesanal, una bola de gelato de chocolate a la cual le hacen un orificio para introducir un shot de espresso, acompañando con cobertura de chocolate y almendras fileteadas. 

Para mí, Helado Bonito se convirtió en ese lugarcito bonito lleno de momentos memorables, charlas ricas con personas especiales y el mejor pretexto para relajarme mientras camino por la Roma con mi helado en mano.

Te recomendamos: Lolo's croissant bar

Ángel Zavaleta (Comelón MX)

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  • Zona Metropolitana
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Nevería El Kiosco de Coyoacán
Nevería El Kiosco de Coyoacán

En la esquina del Jardín Centenario se encuentra este clásico y concurrido sitio de Coyoacán. Entre cafeterías, dulces y toda la tradición antojadiza de la CDMX, encontrarás lo fresco para dar la vuelta por la tardes.

Los domingos son el día familiar para disfrutar de un helado de queso con zarzarmora, de chocolate o la paletita, en esta nevería una de las especialidades de la casa son las aguas. La favorita es la de coco, horchata y mandarina. 

  • Heladerías
  • Escandón
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Heladería Escandón
Heladería Escandón

Entre las leyes de la naturaleza, se encuentra aquella que dicta que todo individuo que se toma un helado es feliz. Digamos que esta versión semisólida de la comida tiene eso que llamamos “el efecto Ratatouille”, ya que te transporta a aquella etapa cálida y sin problemas que alguna vez tuviste.

Christian e Illán Castañeda lo ejecutan a la perfección en su pequeña Heladería Escandón. Prepárate para un golpe de nostalgia gracias a la colección de juguetes que decoran el local: “un Pato Donald de cuando éramos chiquitas”, me dijeron, un Dumbo, robots ochenteros y otras joyas de la infancia.

En cuanto a los helados, todos se preparan con ingredientes naturales, orgánicos y, sobre todo, bajo los principios de la botánica y la herbolaria (ojo, que no es medicina), también los hay balsámicos. Además, usan plantas y flores como azahar, cempasúchil o lavanda, con las que también infusionan sus tisanas.

De acuerdo a la temporada, te puede tocar un helado de limón con cedrón (bueno para bajarle al estrés y para la panza), de crema de albahaca, de mascarpone con buganvilia y otros sabores que se mezclan con jengibre o cardamomo; también hay opciones clásicas como un delicioso helado de mamey.

Sí, probé todos los sabores hasta sentirme como niña en el recreo. Al fin y al cabo, se trata de que esto sea un apapacho para el alma y para el cuerpo.

Para ponerle un toque de humor a la alegría, todos los helados que salen de aquí tienen un par de ojitos comestibles. “Como que los helados sí tienen personalidad, ¿no?”, me dijo Christian sonriente.

Las hermanas están convencidas de que sus productos tienen mucha buena onda, pero nada tiene más swing y bonachonería que un sándwich de helado. Aquí, sólo los viernes, vienen en forma de osito. Pero puedes hacer tu pedido con anticipación.

Entre las tisanas, el chocolate especiado con cardamomo y los diferentes sabores de helado prepárate para un viaje en el tiempo con sonrisa incluida.

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  • Heladerías
  • Roma
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Helados Palmeiro
Helados Palmeiro

Dentro del Mercado Melchor Ocampo, también conocido como Mercado de Medellín, se esconde un local que no aparenta ofrecer algún postre o café, mucho menos los famosos helados cubanos.

En medio del tumulto de ofertas de frutas y verduras, carne, pescados y mariscos, en Helados Palmeiro verás a uno que otro conocedor ordenando en la barra un helado de nata, mantecado o coco.

No es difícil encontrar este local. Si entras por Medellín, sólo tienes que tomar cualquier pasillo a la izquierda y caminar hacia el fondo.

Te recomendamos el helado de mandarina o el mantecado, que es la receta especial y secreta de la familia propietaria originaria de Cuba. El de mandarina tiene aromas naturales y refrescantes; el mantecado da pistas de tener vainilla natural, pero sólo lo intuimos porque son muy celosos con su receta. Para acompañar, pide un café cubano. Si andas de humor y con mucho antojo, pide un brownie o un pastel de chocolate, con sus respectivas bolas de helado.

Ya sea que vayas de paso, hagas una escala entre compras o llegues directamente a los helados, la dulce experiencia te va a sorprender. Estos helados, debido a la calidad de los productos que utilizan, superan las expectativas de cualquier amante de los postres y nunca está de más decirte que te van a atender como mereces. 

  • Heladerías
  • San Miguel Chapultepec
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Hace poco más de siete años, Guadalupe González abrió una pequeña heladería artesanal en la esquina de General Juan Cano y Luis G. Vieyra. El local poco a poco se fue ganando el cariño de los vecinos gracias a su experimentación con diferentes sabores como guayaba con cardamomo y plátano con chocolate —bautizado como bananeta—. La voz se corrió por las colonias cercanas y la heladería se convirtió en uno de los lugares más concurridos de la colonia.

Amor Casero solo trabaja con ingredientes mexicanos, la vainilla la traen de Papantla y el chocolate de Tabasco. Aquí no son bienvenidos los conservadores o los sabores artificiales, todo se rige bajo una técnica artesanal y (como indica su nombre) muy casera. Siempre hay sabores de temporada, como el de pan de muerto, de calabaza en tacha, de ponche y eggnog. Si prefieres las opciones más tradicionales pide un helado de limón, frambuesa o menta con chocolate.

La heladería también funciona como taller, en este pequeño local se  producen los saboderes que diarimente se reparten en las sucursales de la Roma (Querétaro 90) y la Condesa (Vicente Suárez 26). 

Por las calorías ni te preocupes, los productos de Amor Casero no rebasan las 275 calorías por cada 100 gramos, así que puedes comerte tu helado sin tanto remordimiento.

Recomendado: Las mejores heladerias en la Ciudad de México.

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  • Heladerías
  • Roma
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Si sales del bar, traes el trago en una mano y un helado en la otra, seguro los mezclas. Romy Gutman pensó exactamente lo mismo.

Los creadores de Helado Obscuro y Helado Obscuro Bar presentan el helado concebido en congelación in vitro (helados de nitrógeno, pues).

Si la idea de helado con piquete ya era tentadora, ahora tienes la opción de elegir qué tipo de alcohol prefieres–si no eres tan bebedor, también puedes usar leche o agua– ¡no tiene precio! Y hablando de precios, al armar tu propio helado, también estás eligiendo cuánto pagarás.

Puedes añadirle casi lo que quieras, y la onda es: elijes la base y sigues con el sabor que puede ser café, litchi, té matcha, zarzamora o tamarindo. Lo que sigue es la parte más divertida ¡la hora del alcohol! Entre las opciones encuentras ron, tequila, mezcal y vodka. Si lo tuyo son los colores, puedes poner el colorante que quieras. Llegó la hora de los complementos: elige entre concentrado de jengibre, almendras, cardamomo y canela. La gula se hace presente y puedes añadir dulces y decoración como galletas, cereales y banderillas de tamarindo.

En su página de internet puedes armar tu propio helado, así te das una idea de lo que quieres antes de llegar a la sucursal. 

Ahora tenemos un nuevo pre, en la Roma. Déjate llevar por el lado obscuro de la fuerza.

  • Heladerías
  • Del Valle
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Si te asomaras al local donde está ubicado Glace seguramente no te imaginarás los sabores y la calidad de helados que vas a encontrar. Esta heladería está en un localito en la Del Valle, y solamente tiene la barra de helados al fondo, para que compres tu vaso o tu cono y te lo lleves para caminar por la Del Valle.

Pero si entras al lugar te darás cuenta de que aquí el gran diferenciador son los sabores del helado. Lo primero que llamó mi atención fue un sabor que nunca había probado, y cuya existencia no me había pasado por la cabeza ni una sola vez: helado de sal.

Seguro ya te entró la duda, pero sí: este helado se come de postre. La base sabe un poco entre leche y vainilla; tiene una consistencia cremosita deliciosa que patrocina la crema orgánica con la que este helado está hecho. Mientras comes, te vas encontrando por ahí granitos de sal de mar, suficientes como para que en cada cucharada te toque alguno, pero no demasiados como para saturar tu paladar. Encima, este helado lleva un poquito de caramelo, que le da una textura más crujiente y que ayuda a equilibrar el sabor de la sal, ¡una delicia! aunque si no eres de sabores fuertes a lo mejor este helado no será para ti.

Otra delicia que por la temporada me tocó probar fue el helado de nogada. Yo soy de las que opinan que la nogada nació siendo y siempre debió de ser un postre para preparar con ella uno de estos deliciosos postres con nogada (queso, crema, nuez, jerez y azúcar… ¡pónganselo a un pastel!) y con este helado, Glace confirmó mi opinión y me dio un argumento más para sustentarla. Aquí, además del sabor de la nogada, el helado tiene sabor a chile poblano, pero con un grado de dulzor muy agradable.

Entre otros sabores están el de taro, de margarita, de queso de cabra con miel, de matcha, de cardamomo o de jamaica. Y si prefieres los helados más tradicionales prueba el de blueberry, de chocolate, de oreo o alguna paleta.

Lo rico de estos helados es que tienen una consistencia cremosa súper rica. Además, me contaron que acá hacen todos los sabores usando productos naturales; nada de estabilizantes, colorantes o saborizantes. Cuando vayas y veas lo guapos que están estos helados entenderás el mérito de hacerlo todo natural.

Vivas donde vivas, vale la pena que te des una vuelta por Glace –aunque si de plano no quieres salir, también los puedes pedir por Didi Food-. Lo que sí te advertimos es que te vas a quedar con ganas de volver cada semana, porque siempre sacan sabores nuevos y temporales.

Te recomendamos: Lolo's croissant bar

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  • Heladerías
  • Roma
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Sucursal cerrada. Búscalos en Orizaba 203 en Helado Obscuro Lab.

Desde la primera vez que escuchas el nombre de esta heladería, sabes que no se trata de una común y corriente. Estás en lo correcto: sus helados, además de tener nombres originales y únicos, contienen alcohol.

Este concepto surgió cuando Romy Gutman, una de las socias, salió de una fiesta con un mezcal en la mano y lo mezcló con nieve de melón. La combinación le encantó y se dio cuenta que no había ninguna heladería en México en donde vendieran helados con piquete. Poco tiempo después se asoció con su hermano y nació Helado Obscuro.

Aquí hay helados, nieves y paletas de fruta que cambian de sabor según la temporada. Estos se mezclan con tequila, whisky, mezcal, vodka, absenta y vino, entre otros licores. En total, suman 60 sabores que cambian semanalmente.

Actualmente algunos de sus helados más populares son el dark vader (chocolate obscuro, licor de cacao obscuro y vodka), el hombre lobo (café espresso con Jack Daniel’s), el dulce diablo (sangría, toronja y mezcal), el unicornio importante (hypnotiq y frutos del bosque) y mi favorito, el alice in wonderbra (vainilla, crema de whisky, praliné de chocolate con avellanas y bourbon).

Además de la oferta de helados con alcohol, también hay opciones “AA” o para niños, como nieve de chicle o sabores frutales que cambian cada semana. Esto hace que Helado Obscuro sea apto para venir acompañado de toda la familia o, inclusive, de tu perro, ya que cuentan con platitos de agua para ellos.

Su servicio no se limita al local, también rentan carritos de helados para fiestas, comidas, conciertos y cualquier tipo de evento a partir de 15 litros de helado, lo suficiente para 100 personas.

Y si estabas angustiado por buscar un conductor designado después de atascarte de helado, no te preocupes: aunque estas creaciones tienen alcohol, no es el suficiente para emborracharte. 

  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Aún recuerdo que la primera vez que visité Helado Bonito, andaba dateando a un actual Voldermort (quedé, inserte emoji de payaso). La verdad es que todo el personal hizo que me luciera en esa cita; desde que entramos nos recibieron con mucha buena vibra y sonrisas, se sentía un ambiente de confianza, como si estuviéramos entre nuestros mejores amigos, y recuerdo que me encantó el mood rústico que da al lugar el enorme árbol al interior.

Justo al estar frente a la vitrina de helados comenzó la parte divertida, entre risa y risa, fácil nos aventamos a probar el 90% de los deliciosos helados disponibles, parecíamos niños chiquitos en una feria. Lo padre es que al hacer el tasting utilizaron cucharitas de metal para reducir la generación de basura; fun fact: los únicos recipientes que utilizan para servir sus helados son crujientes conos y canastas comestibles, hechos con una masa artesanal vegana súper deli que, de desecharse, no hará daño al ambiente. 

La carta de Helado Bonito es bastante extensa: empecemos con la especialidad de la casa, los gelatos, ya sea en su versión tradicional (con leche entera 100% de vaca), o la línea de helados veganos y sin azúcar (endulzados con fruta del monje, azúcar de coco o miel de agave). Aquí, la minuciosa selección de los ingredientes habla por sí sola. La consistencia de los helados es muy rica, son cremosos y no se derriten rápido.  Se nota que todos los productos son frescos y de calidad. La variedad de sabores se adapta a las temporalidades de los insumos, los cuales se adquieren con proveedores locales, bajo la premisa del comercio justo y de cero créditos.

Otras de las opciones que podrán disfrutar en Helado Bonito son las delicias a base de helado o gelato (malteadas, smoothies, affogatos, flotantes), crepas dulces y saladas, brownies, pasteles, alfajores, galletas, sus famosas dobladitas o café, que hacen con una mezcla personalizada de granos mexicanos, ideada por el equipo de Cucurucho Café.

Mis favoritos y los que me han hecho regresar constantemente a Helado Bonito, son el espectacular helado de cacao solito o combinado con gelato de cardamomo y café espresso. Para cuando tengo antojo de unir lo frío con lo caliente, un imperdible es el affogato, la versión con la que aquí te sorprenden viene en canasta artesanal, una bola de gelato de chocolate a la cual le hacen un orificio para introducir un shot de espresso, acompañando con cobertura de chocolate y almendras fileteadas. 

Para mí, Helado Bonito se convirtió en ese lugarcito bonito lleno de momentos memorables, charlas ricas con personas especiales y el mejor pretexto para relajarme mientras camino por la Roma con mi helado en mano.

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Ángel Zavaleta (Comelón MX)

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