Aún recuerdo que la primera vez que visité Helado Bonito, andaba dateando a un actual Voldermort (quedé, inserte emoji de payaso). La verdad es que todo el personal hizo que me luciera en esa cita; desde que entramos nos recibieron con mucha buena vibra y sonrisas, se sentía un ambiente de confianza, como si estuviéramos entre nuestros mejores amigos, y recuerdo que me encantó el mood rústico que da al lugar el enorme árbol al interior.
Justo al estar frente a la vitrina de helados comenzó la parte divertida, entre risa y risa, fácil nos aventamos a probar el 90% de los deliciosos helados disponibles, parecíamos niños chiquitos en una feria. Lo padre es que al hacer el tasting utilizaron cucharitas de metal para reducir la generación de basura; fun fact: los únicos recipientes que utilizan para servir sus helados son crujientes conos y canastas comestibles, hechos con una masa artesanal vegana súper deli que, de desecharse, no hará daño al ambiente.
La carta de Helado Bonito es bastante extensa: empecemos con la especialidad de la casa, los gelatos, ya sea en su versión tradicional (con leche entera 100% de vaca), o la línea de helados veganos y sin azúcar (endulzados con fruta del monje, azúcar de coco o miel de agave). Aquí, la minuciosa selección de los ingredientes habla por sí sola. La consistencia de los helados es muy rica, son cremosos y no se derriten rápido. Se nota que todos los productos son frescos y de calidad. La variedad de sabores se adapta a las temporalidades de los insumos, los cuales se adquieren con proveedores locales, bajo la premisa del comercio justo y de cero créditos.
Otras de las opciones que podrán disfrutar en Helado Bonito son las delicias a base de helado o gelato (malteadas, smoothies, affogatos, flotantes), crepas dulces y saladas, brownies, pasteles, alfajores, galletas, sus famosas dobladitas o café, que hacen con una mezcla personalizada de granos mexicanos, ideada por el equipo de Cucurucho Café.
Mis favoritos y los que me han hecho regresar constantemente a Helado Bonito, son el espectacular helado de cacao solito o combinado con gelato de cardamomo y café espresso. Para cuando tengo antojo de unir lo frío con lo caliente, un imperdible es el affogato, la versión con la que aquí te sorprenden viene en canasta artesanal, una bola de gelato de chocolate a la cual le hacen un orificio para introducir un shot de espresso, acompañando con cobertura de chocolate y almendras fileteadas.
Para mí, Helado Bonito se convirtió en ese lugarcito bonito lleno de momentos memorables, charlas ricas con personas especiales y el mejor pretexto para relajarme mientras camino por la Roma con mi helado en mano.
Te recomendamos: Lolo's croissant bar
Ángel Zavaleta (Comelón MX)