Si está entre dos panes, es un sándwich. Nos gusta cuando la frescura de una propuesta se logra transmitir a través del local y, por supuesto, con los alimentos. Este lugar lleva la idea “comer relajado” en todo su concepto pues te sientas en una barra acojinada junto a la pared, si quieres, o en una silla, con mesas de madera y paredes blancas pero con detalles coloridos aquí y allá. Como las figuras que pusieron en una ranura en la parte superior de la pared con un chile poblano verde, un cerdito rojo y una gallina amarilla. El piso de cemento es lo que termina de refrescar la visita y las plantas que se ven al fondo también le dan distinción.
La comida es otro boleto en este deli. El concepto revoluciona a partir de los sándwiches –numerosos– y de ahí que sea muy difícil tomar una decisión. Lo bueno es que ya fuimos y te queremos echar la mano con ello.
Hay desayunos como el espectacular waffle de puré de papa; le ponen pavo, tocino, queso brie y tocino (sí, lo sé). Lo fresco del pavo y el queso, lo crujiente del waffle y lo ahumado del tocino, harán que la ruptura del ayuno te inicie cualquier día con el pie derecho. Prueba también los huevos rancheros, bañados en una espesa y humeante salsa roja, también el de papa rosti, compuesto por dos huevos fritos, relish de jitomate y papitas ralladas. Si aún no te convenzo, aviéntate por el de aguacate, es un bagel con jitomate deshidratado y huevo pochado.
Para los sándwiches, es más fácil buscar entre los ingredientes en su pizarrón tus favoritos. Por ejemplo, detectamos queso provolone y prosciutto, entonces nos fuimos por el de prociutto y brócoli, este ultimo ingrediente lo hicieron en un pesto que sabe herbal y fresco, un poco salado pero justo al nivel necesario dentro de un english muffin. Tienen sándwiches de salmón, queso monterrey Jack, huevos fritos, filete, cerdo, pollo buffalo o al tequila, con panes como brioche, bagel o chapata.
Si quieres algo más fresco o vegetariano, hay un sándwich de portobello con barbecue de chipotle, queso feta, perejil y cilantro, una tormenta de ideas y reunión casual y sincera de exquisiteces que tendremos que irrumpir en la próxima visita. O bien, las ensaladas que no son nada secundario: la de manzana crujiente con pollo, almendras garapiñadas, lentejas y queso gorgonzola. Cuando en las cocinas le echan ganitas para que las ensaladas no sean aburridas, suceden propuestas como esta y da gusto.
Grab n’ Munch, cuya traducción del inglés es agarra y mastica, o mordisquea, describe con lujo de detalle lo que harás con los platillos de este lugar. Relajarte y meter entre dos panes frescos lo que más te gusta… suena como a una idea que se puede volver cotidiana.