En mi mente, siempre he sido partidaria (y amante) de las cocinas que abren ciertos días a la semana. No solo porque se me hace una dinámica más inteligente para no odiar el trabajo en cocina o evitar que los clientes podamos palpar el cansancio en sus resultados finales. Fugaz trata fundamentalmente con producto del mar. Refuerza su elección de modelo en un menú corto y fresco que no tiene nada que envidiarle a otros en una calle tan competitiva como lo es Colima en la Roma Norte.
La primera vez que vi algo de este espacio apenas acababa de abrir sus puertas. Me llamó la atención porque, la verdad, comí con los ojos. Se me hacía una aproximación divertida. De esas cosas que no sabes que necesitas hasta que las tienes enfrente (a veces en plena cruda). Puedo decir que me resistí a dejarme deslumbrar por el primer encuentro y ya he ido una cantidad importante de veces que me ayuda a confirmar su posición: hoy por hoy, es un lugar asombroso.
Este espacio tiene varias vertientes de dónde elegir para disfrutarlo. Sus platos fuertes vienen en porciones razonables, de modo que pedir dos por cabeza es una gran idea para probar de todo un poco. De estos rescato el crudo de jurel con tamarindo y albahaca y sus ensaladas. También se vale preguntar si tienen alguna otra cosa interesante fuera del menú. Siempre ofrecen algo nuevo qué mostrar. A mi me tocaron unos langostinos súper jugosos que me ayudaron a equilibrar toda la comida fría que ya venía en camino.
Si lo tuyo (como en mi caso) son las tostadas, puede que valga la pena que reserves una visita extra para probar al menos tres de ellas. Tanto para quienes comemos de todo o los que tienen una que otra restricción de dieta con los crudos, cuentan con cuatro opciones: de camarón - alioli, aguacate - furikake, jaiba - kimchi y chícharos con almejas, una de las más llamativas del lugar, además de una quesadilla de sierra con un característico toque ahumado.
Aunque no quiero elegir favoritos, la de camarón siempre ayuda a refrescar los ánimos y la de chícharos, más allá de ser deliciosa, es interesante, generosa, equilibrada y sobre todas las cosas, el platillo que siempre queda igual cada que lo pido. Esto, claramente, es un halago. Son muchos los factores que pueden jugar en contra de una tostada de este tipo y en Fugaz la inventaron e hicieron 100% suya.
Así vengas de un finde extenso o más bien con algo de sed, cuentan con mezcal espadín y cupreata para amenizar la tarde. Para los más animados, hay un combo de mezcal con cerveza a un precio bastante accesible. También hay kombucha, además de las bebidas regulares para hidratarse.
Más que invitarlos a Fugaz, quiero sembrarles la misma curiosidad que yo tengo acerca de los planes que tendrán para el futuro. De vez en cuando organizan colaboraciones con chefs y colectivos (ejemplo, Taquería el Pantera o Coyota x Sexto Colectivo) donde sin duda se está gestando una generación de cocineros / investigadores con consciencia de trazabilidad y respeto al ingrediente, que es clave para el futuro de la gastronomía en la ciudad.
-Milena González
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