No importa si eres carnívoro, este concepto traído de Canadá enseña con vivas pruebas por qué la cocina vegetariana no es de flojera, además, la cocina y las recetas son del chef mexicano Ricardo Morales, así que la comida también tiene la sazón local que buscas.
Está en una casona clásica de la Roma totalmente remodelada, con toques art nouveau y cantera, un lugar espacioso que te recibe con una isla de jugos recién extraídos y embotellados. El menú del restaurante vuela con comida norteamericana, mexicana y algunos toques asiáticos, sobre todo en sus aderezos en los que encuentras aromas a especias como la cúrcuma. El menú es muy amplio –aunque no complicado– y es posible que te cueste trabajo decidir rápido, te sugerimos que preguntes por las especialidades o a que te guíen según tus gustos.
Te recomendamos que comiences con uno de sus jugos o licuados, superfoods para todas las necesidades fisiológicas y gustos. De los frutales, prueba el rainbow con frambuesa, fresa, naranja, plátano y mora azul; en los verdes tienen el premium detox con más de diez ingredientes, entre ellos lechuga romana, lima, cayenne y jengibre; de sus power shakes, son dos infalibles, el de dátiles con almendras y el almond java con un espresso doble. También tienen shots inmunes para darte una carga rápida de nutrientes, superleches y numerosos smoothies y jugos.
Por recomendación de la casa probamos la hamburguesa BBQ, hecha con verduras molidas y aglutinada de manera natural, el pan es fresco y rechoncho, para acompañar unos alucinantes chips de camote o papas fritas. Para los sabores exóticos, prueba las indian dosas, unas crepas esponjadas con vegetales y puré de garbanzo, las sazonan un curry potente con coco tostado. Tienen tazones espectaculares que siguen la línea de la cocina oriental, si te gustan los fideos prueba el bowl dragon de soba –fideo– calabacitas al grill, tofu y jitomate, con un gravy de miso y un toque de ajonjolí, cilantro y cebollín. Las porciones son muy grandes, así que quedas más que satisfecho.