Entre las calles de la Industrial se asoma un pequeño lugar con estilo parisiense. Se trata de French Crepe, un restaurante con 20 años de experiencia que ostenta un menú con más de 30 crepas diferentes.
El ambiente es ideal para ir con tu pareja, platicar, cenar bajo la luz tenue y darte un pequeño gusto azucarado sin que nada te preocupe. En su carta encontrarás rollos vegetarianos, fondues, ensaladas, wraps y pastas, aunque su fuerte, tal como su nombre lo dice, son las crepas dulces y saladas.
Yo comencé con una crepa de champiñones con queso, cuando mi plato llegó a la mesa —no voy a mentir — se veía muy simple y poco apetitoso, pero todo cambió cuando el mesero agregó un poco de gravy cremoso de chipotle. ¡Fue un giro de 360 grados! Aunque la salsa no picaba en lo absoluto, le dio un sabor completamente diferente que se combinaba con el queso manchego y los champiñones.
Después probé una crepa dulce, torbellino de zarzamora, la cual tenía bolitas de queso en las esquinas, una generosa bola de helado de vainilla al centro y una salsa espesa de zarzamora. En definitiva fue mi favorita, tengo la sensación de que en este lugar las crepas dulces superan por mucho a las saladas, basta con echar una mirada a las mesas vecinas para darse cuenta de esto. De los especiales de la casa vale la pena pedir la crepa de manzana a la canela bañada en rompope y nueces y la de saco de fresas bañada en salsa de fresa y crema batida. Si el azúcar no te aterra en lo absoluto, prueba el capuchino de chocolate blanco o una malteada de vainilla.
Ya sea para satisfacer el antojo de media tarde o cenar tranquilamente en compañía de tu pareja o tu mejor amigo, French Crepe es uno de esos secretos mejor guardados de la GAM que debes conocer.