Es una cafetería digna de visitar varias veces a la semana. Todos los ingredientes que utilizan provienen del rancho Villa de Patos, en donde cuidan que todo sea orgánico, de libre pastoreo, sustentable y cualquier requisito que te imagines debe tener un alimento sano. Además, el lugar es rústicamente cómodo, bancas de madera y luces cálidas, con una terraza y bancas en donde te querrás quedar todo el día.
Para desayunar comienza con un poderoso té de jengibre con limón y miel, un despertador de energía y purificador de la sangre, o bien un expreso. Los platillos son espectaculares, te recomiendo la tostada con huevo de rancho y hummus o jocoque a elección, verdaderamente delicioso; o la avena caliente con miel de agave y cacao. Luego los sándwiches, en combinaciones como tomate y queso panela, pepino, o la ciabatta de pesto y queso de oveja a la parrilla. Si quieres tomar una botana pide una orden de jocoque seco, lo sirven con pan pita tostado y abundante aceite de oliva. Todo es muy fresco y ligero.
Para una tarde cálida hay que pedir el café estrella del menú: el expreso doble con aguamiel de maguey en frío. Es una delicia con algunos trozos de cacao encima que te quita la sed de un golpe, te hidrata y refresca, ligeramente dulce, solo lo necesario. Un muy buen trabajo por parte de Este Norte al ofrecer esta propuesta. También hay smoothies, licuados, jugos verdes e incluso lassie. Probé el smoothie de aguacate y cacao y sentí al primer trago un golpe energético por la sobrecarga de superfoods que contenía: leche de almendras, corazón de semillas de hemp, agua de coco y endulzado con miel de maguey.
También puedes comprar productos como miel de agave, pan, quesos o café, aunque yo me quería llevar la cafetería completa una vez que terminé mi visita.