Dicen que las mejores cosas siempre vienen en paquetes pequeños y el Espresso de Media Noche lo cumple. Se trata de un minilocal en Fernando Montes de Oca, en la Condesa, apenas notas la entrada, pero el olor a café no es tan fácil de encubrir. La decoración es sobria y minimalista, no tendrás distracciones para enfocar tus sentidos en el café. Lo primero que te encuentras es una sala con sillón de piel, comodísimo y con una mesita justo enfrente para recargar la taza, también hay tres mesas para dos, por si vas a compartir el momento con alguien o necesitas un rato de la soledad pensativa. Se siente una cafetería muy formal, de volada sabes que aquí las tazas se sirven y se beben en serio, pero te atienden como si fueras un amigo de años.
Hay variedades de café mexicano para cada método de especialidad que ofrecen, no es lo mismo beber una extracción de aromas tenues obtenida en chemex que en aeropress, cuando el último consigue un café muy corpulento. Si eres purista de esta bebida, debes irte directo al expreso, o si prefieres que los sabores y aromas estén más balanceados pide el kalita wave, un método que permite una extracción uniforme del grano molido al filtrarse al recipiente inferior. Otro gran tino de la barra es el té matcha, la infusión queda espesa y perfumada, me faltó valor para pedirlo con leche, ya será para la otra.