A unas cuadras de la Universidad de Guanajuato se encuentra este restaurante con un espíritu ecológico que se nota desde fuera. A diferencia de otros lugares en la entrada está la barra de tragos y la cocina, que te encaminan al patio trasero, una suerte de jardín adaptado a restaurante.
Me senté en una mesa que está cerca de un sistema de plantas hidropónicas. La vista es hacia un huerto urbano medio descuidado pero las mesas, hechas con troncos y la paredes con botellas de vidrio reciclado, crean un ambiente que se presta para trabajar en algún pendiente, leer sin ruido o tener una cita.
Su menú está enfocado a vegetarianos que consumen huevo y queso , por lo que tienen desde huevos rancheros hasta hamburguesas de portobello o fallafel. Yo pedí medio baguette de carnes frías con ensalada. Todo con excelente sabor y fresco. El paquete venía acompañado de agua del día, cuando yo fui había de melón con té verde, una combinación que nunca había probado y se ha vuelto una de mis favoritas.
Además de la comida tienen una buena carta de bebidas alcohólicas que van desde una margarita en $68, hasta una botella de vino local en $540. Yo pedí el mezcal curado con fresa y arándano, buen sabor y ligero.
Cuentan con un escenario rústico en el que se presentan proyectos musicales emergentes o hay conciertos de jazz, que disfrutas entre plantas y naturaleza, por lo que te recomendamos revisra su Facebook para conocer la cartelera.
Si quieres algo ligero o no comes carne Escarola es para ti, además la atención de los meseros es excelente y la terracita se presta para relajarte.