Su vínculo ibérico está avalado por clientes españoles fieles desde hace más de diez años. Un espacio en comunión con la vista al parque Lincoln, con flores y tonos verde olivo que invitan a hacer de cada visita a Emilio una celebración de lujo, sin la rigidez de los manteles largos.
En este restaurante español en Polanquito, desde hace tres años parte de grupo Carolo, todo está cuidado, tanto los insumos de calidad como las técnicas que hacen de la cocina española una de las mejores del mundo. De hecho, la carta de vino es 75% vino español. El chef César de la Parra nos cuenta que aunque es mexicano, busca que Emilio "te genere ciertas memorias de la niñez, o para los españoles en México tener un lugar donde regresen a casa...eso es lo que intentamos, y creo que lo logramos de forma muy natural."
Los arroces a la leña son el espectáculo de la planta baja: son diez diferentes que honran distintas regiones de España, entre el negro (con tinta de pulpo y calamar), de hongos, riojano…queremos probarlos todos.
Aunque el menú va mucho más hacia lo marino que a las carnes, hay joyas como el lechón asado segoviano, con su costra perfectamente dorada y crujiente que resguarda la carne jugosa, cocida por 20 horas al alto vacío y terminada al horno. Tal como se hace en aquel poblado español, se parte con un plato para comprobar lo tierno que está.
Para el postre, sin duda no te pierdas la tarta de queso, de la que no queremos spoilear demasiado. Luego nos agradeces.