En la esquina de Cuauhtémoc y Allende en pleno centro de Coyoacán, en 1967 (año en el que se cumplía el centenario de la derrota del imperio de Maximiliano), don Benito Juárez Sevilla colocó su negocio de elotes y esquites.
Desde entonces, su fama se ha mantenido hasta ser parte del paisaje coyoacanense. Aquí usan granos grandes y pequeños y como un gran detalle, epazote finamente picado que da un sabor ahumado muy agradable.
Tip: pide tus esquites mitad hervidos, mitad asados.