Esta cafetería se divide en dos partes porque en medio está la tienda especializada en ropa deportiva LABELLAMAFIA; y aunque no tiene nada que ver un negocio con el otro, por alguna razón encontré simetría entre los conceptos. La entrada es el primer acercamiento, luce como una terraza tradicional con un par de mesas; toma un lugar ahí, si como a mí, el clima te lo permite. Tardé poco más de cinco minutos en ser atendido, después descubriría que los meseros estaban bajo tierra.
Me dirigí al interior del local y llegué de lleno a la tienda deportiva, encontré ropa como leggins, shorts, joggers y playeras (que aún quisiera comprar), pero me distrajo la actividad que había en el piso inferior. Ahí encontré la segunda parte de El Rincón Mañanero, un concepto tan urbano como el de las prendas de ropa, quizá por eso sentí la concordancia. Al bajar las escaleras me sentí en una especie de bunker con techo metálico, paredes de concreto, bien iluminado por una vitrina con distintos productos, luces tubulares y un letrero neón que decía “different is always attractive”. Vaya que era un rincón, pero no lo imagines incómodo o apretado, sino más bien íntimo, toma un lugar ahí si prefieres privacidad.
Al ser fumador y con una mañana despejada, regresé a la terraza y ahí me esperaba el mesero con la charola de panadería. Me ofrecieron pan argentino con dulce de leche, que a diferencia de la cajeta, lo hacen con leche de vaca y el sabor es más ligero y perfumado a azúcar y leche acaramelados. El chef Federico Guisler (Argentina) es el panadero que les surte diariamente: muffins de chocolate, vainilla y moras, también chapatas y pan de caja. Para la hora de la comida ve por una chapata de jamón serrano o un sándwich de tres quesos y acompaña con una soda italiana o un smoothie de frutas.
Averigüé que el café era de Veracruz, seleccionado por la propietaria argentina Ingrid Brans, ahora barista, también conocida en la farándula como Reata de Brozo por el programa de televisión El Mañanero, del periodista Víctor Trujillo.