Se le llama Huasteca a ciertas regiones de los estado de Veracruz, Tamaulipas, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí. En esta zona se desarrolló la cultura indígena huasteca que tuvo influencia maya debido a la cercanía marítima con los estados en donde esta cultura dominaba.
La gastronomía tradicional de la Huasteca potosina la encuentras en este restaurante familiar. Como su nombre lo indica, es un rincón pequeño cuya decoración no sorprende, pero basta probar uno de sus platillos para dejarte con la boca abierta. Es difícil elegir entre las enchiladas potosinas, el asado de boda, los bocoles con cecina o un revoltillo, por ello debes pedir la huastecada (para una o dos personas). Este enorme platillo incluye enchiladas huastecas o potosinas, cecina, zacahuil, bocoles –similares a las gorditas pero de mayor grosor–, tamales en hoja de plátano, chorizo y frijoles negros refritos. Ojo, aunque querrás pedir algo más como entrada, esta orden es lo suficientemente grande y cargada de ingredientes que dejará satisfecho tu antojo de comida potosina. Agradecimos la advertencia del mesero cuando mostramos interés por la sopa de tortilla.
Las estrellas de la huastecada son las enchiladas potosinas rellenas de queso con sus crujientes tortillas que se remojan en adobo antes de pasar por el aceite; luego el zacahuil –conocido también como tamal de fiesta debido a su gran tamaño–, con una masa húmeda hecha con maíz, manteca y un relleno especiado y ligeramente picante de carne de cerdo. Otro invitado especial en este platillo es el chorizo casero estilo San Luis Potosí, tiene un lúcido sabor por el marinado de especias, pruébalo con los frijoles refritos y sabrás a lo que nos referimos.