Este lugar es el resultado de una escisión amistosa de los descendientes de Doña Carmen de El Huarache Azteca.
Este local, relativamente nuevo, ha sabido tener su propia personalidad. Ofrecen algunas opciones únicas, como los compadres, son chiles cuaresmeños empanizados y rellenos de queso, o el huarache norteño, con una pechuga de pollo sazonada con lo que seguramente son polvos mágicos. La pechuga llega jugosa y adobada a tu mesa. En una de esas, este es el mejor pollo servido en la ciudad.