Si hay un platillo delicioso, que esperamos con ansias y que sabemos que nos va a hacer sentir vivos de nuevo, es la birria: ¡cordero de Dios que quitas los pecados del mundo!
Originalmente, este platillo se hacía de borrego o de chivo, pero ahora ya hay de cordero, ternera o hasta pescado y pollo. Se trata de carne condimentada con chiles y especias que se cuece más o menos como la barbacoa (o al menos así se preparaba antes, ahora tal vez es más común encontrar la versión hecha en la olla express).
En su confección tradicional, la carne se sala y se marina en especias y chiles por al menos 12 horas. Luego se envuelve en pencas de maguey y se cuece por unas seis u ocho horas. La carne debe de quedar tan bien cocida y suave que se desprenda solita del hueso (ñam).
Luego, el jugo de cocción de la carne se sazona y se sirve junto con la carne, que va deshebrada. Este caldito levantamuertos va con su jardín y alguna salsita por si necesitas una dosis extra de picante. La birria también se puede servir en taquitos o en crujientes flautas. Se acompaña con tortillas, limones, y, el Robin de todo Batman: una chela bien muerta.
Si ya se te antojó igual que a nosotros, sigue leyendo, porque acá te vamos a contar dónde está la birria más rica de la CDMX.
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