enomoto sando katsu
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Dónde comer sando y bento en la CDMX, sándwiches y lunch japoneses

Te decimos dónde están los mejores restaurantes japoneses en la Ciudad de México para comer o pedir sandos y bento box

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Pongámoslo así: si haces un picnic al estilo oriental pero no quieres complicarte con recetas elaboradas, equípate de bentos y sandos, estos platillos son referencia extra casual de comida japonesa pero con mucho distintivo en presentación y sabor. Igual que los mejores lugares de comida thai para ir o pedir a domicilio en la CDMX.

Bento significa “lunch box”, es una caja de comida para llevar que tiene su origen en el periodo Kamakura, alrededor del año 1185. El concepto evolucionó a ser un método de transportación sencillo que además mantiene la comida fresca, por eso lo más característico es la presentación: los alimentos están divididos en distintas porciones, donde el tradicional trae arroz + guisados como tonkatsu, ternera, sushi o pescado.

Por otro lado, sando es el diminutivo de sandoichi que significa sándwich en japonés, y aunque el más representativo es con tonkatsu (cerdo empanizado), existen variantes vegetarianas y dulces —el de huevo también es muy común, y entre los ingredientes más reconocidos está la carne waguy—; el shokupan como diferenciador, pan de leche distinto al occidental, sumamente suave y esponjoso.

Ahora que ya sabes dos palabras más en japonés para ordenar comida, checa dónde los encuentras y no olvides de acompañarlo con cheesecake japonés en la CDMX.

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Sando y bento box en la CDMX. Comida japonesa casual

  • Roma

Lo primero que me atrajo a Katsu Sando fue una ñoñada: me enteré de que el diseño interior era de la rifadísima Alejandra Medina ( Wine Bar by Concours Mondial de Bruxelles , Migrante ). Y, para el ojo, este restaurante sí fue una dicha: mantener una vibra informal y dominguera, había detalles elegantes e instagrameables como las grietas del piso de concreto, todas pintadas con dorado, que combinaban con los detalles también dorados del techo y de la barra que antecedía a la cocina abierta.

La onda de Katsu Sando –como su nombre lo dice- son los sandos, estos sándwiches japoneses hechos con un pan de caja que se hace con leche. Gracias a esta receta, el pan queda mucho más esponjoso y sabroso de lo usual. Además, los sandos se sirven cortados por la mitad, para que te dejes seducir por el relleno, que debe de verse guapo, y van sin orillas. Y, en este restaurante, también hay algunas opciones de ramen (entre ellos el vegano) y varias entradas.

Para acompañar los alimentos tienen sakes, vinos y cervezas japonesas y mexicanas. Yo me fui por un sake, que me sirvieron frío y en una copa preciosa, que combinaba perfecto con la belleza del diseño interior.

Para abrir el apetito empezamos con unas brochetas de hongos que venían con unas laminitas de bonito ahumado encima. Fueron riquísimas y perfectas para comenzar; el sabor ahumado le daba toda la onda a este plato.

Después seguí con un sando de portobello, y mi acompañante pidió un tonkotsu ramen, el tradicional de cerdo. El sando estaba rico; el pan, sí es una delicia. Aunque presentaba dificultades mecánicas: el portobello estaba completo, por lo que el sando era difícil de morder. Pero el punto de cocción del hongo era perfecto; estaba jugoso y crujiente, y venía con una capa también crujiente de empanizado.  

El ramen también tenía sus bondades. Puntos extra porque tienen dos tamaños, chico y grande –para aquellos que empezaron poco o que quieren probar más de un plato-. Aunque el grande es una buena porción para una persona. El platillo resultó reconfortante para la noche lluviosa en la que fuimos a Katsu Sando. Iba calientito y con una porción adecuada de carne, ligeramente marmoleada.  

Katsu Sando es un lugar perfecto para enchular tu feed de Instagram y para probar opciones diferentes de sándwiches. Como tip, no te pierdas los postres, que incorporan productos japoneses populares como los siempre rifados y bien recibidos Pockys. 

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¿Han visto los sándwiches japoneses?; van sin orillas, esponjosos, suaves y (no menos importante) súper bonitos. En el mundo de los sandos (el nombre corto para sandiochi, como le dicen en Japón al sándwich), uno de los más populares es el katsu sando, que va relleno de carne de cerdo empanizada con panko. Normalmente se acompaña de una salsa, prima del BBQ pero con todo el poder del umami, que se llama tonkatsu.

Además de los lugares para comer sando y bento en la CDMX, les tenemos buenas noticias: este ejemplar del streetfood japonés ya llegó a una nueva dark kitchen a la CDMX. Nos referimos a Sandie Sandos, en donde se arman estas delicias pero con sus toquecitos mexas.

El menú es sencillo: sandos, ensaladas, un par de entradas y los postres. Los sandos pueden ser de lomo de cerdo, filete de res o muslo de pollo; todos van empanizados. Y la otra opción es un sando de ensalada de papa. Como guarniciones hay ensalada de papa (de-li-cio-sa) o ensalada verde, sopa miso o alitas spicy con miso.

Yo me eché el sando de lomo de cerdo, que viene con su lechuguita, salsa tonkatsu casera —muy rica, entre dulce, salada y picosa— y pepinillos encurtidos. El análisis: un pan tostadito, esponjoso y lleno de sabor; por su parte, el cerdo estaba crujiente por fuera y muy suave en el interior. El veredicto: el sándwich ya está muy rico así como va, pero igual te mandan aparte una mayonesa de habanero hecha en casa, toque picosito-mexa.

Para tomar, pídete una chela japonesa. Yo te recomiendo la Asahi Dry, que es ligerita, refrescante y que va de maravilla con cualquier sando que pidas.

De postre me eché un burnt cheese cake de matcha, fórmula ganadora: un cheese cake que tiene encima una cremita de matcha y va espolvoreado... ¡con más matcha! Pero esa intensidad se compensaba bastante bien con la textura y el dulzor del cheesecake.

Así que pásale a Sadie Sandos para lo mejor de ambos mundos: el sándwich estilo japonés con los toquecitos especiados que los mexicanos conocemos y amamos.

Pídelos por DM. IG: @sandiesandos 

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  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Es probable que si te asomas y ves las repisas llenas de botellas de vino, dudes que sirvan comida. Pero entra un poco más, hacia la barra de mármol, para descubrir las grandes máquinas de café mientras que el aroma y el menú desplegado en gis te dan informes: aquí se piden sandos para llevar. Este concepto casual traído por Edo Kobayashi es, durante el día, Enomoto Coffee, local donde sirven sándwiches minimalistas con pan blanco como la nieve y combinaciones para todos los gustos: tonkatsu (cerdo empanizado), tamago (huevo con una salsita dulce) y veggie (mix de lechugas, pimientos, aguacate, jitomate y ensalada de zanahoria con nuez y pasas). Acompáñalos del enomoto latte para llevarte la experiencia completa de sabores en el desayuno.

Río Pánuco 132, Cuauhtémoc. 55 5919 1253. Lun-sáb 9am-3pm. $200.

  • Cafés
  • Roma
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

La chef Shinobu Akita (Mog Bistró) abrió una cafetería japonesa en el que se acomodasen tanto la cocina salada como su gusto por los postres, y así surgió Himawari Café en la Roma. Además del estelar cheesecake japonés —hecho sin harina con yema de huevo— ha desarrollado una línea de platillos fáciles de llevar y de comer, como los bento: de salmón, pollo, ebi frita, yakinuki (carne a la parrilla), tonkatsu y omurice (un tipo de omelette hecho con tortilla de arroz frito). También hay sandos como el de chuleta de jamón y uno muy popular en Japón, el sando de frutas (plátano, fresa o mango) que lleva una nata especial y tan cremosa que querrás comerla a cucharadas.

Orizaba 160, Roma. 7160 8304. Lun-dom 11am-7pm, mar cerrado. $200.

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  • Zona Rosa
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

No te abrumes con el largo menú, pues este lugar en la Juárez es una promesa japonesa donde se cocina a fuego lento y hay mucho sake. Tras Wanwan están el chef IMA y su esposa Chiaki Imaizumi cuyo concepto central es ser un bar en forma de U para tomar y comer, pero el disfrute de sus platillos abarca una compleja de deletrar y muy bien trabajada selección de bentos: shio sake (salmón asado), saba ichiayaboshi (macarela asada), sawara misoyaki (sierra con miso), shumai (dumplings con cerdo), tonkatsu (cerdo empanizado), shogayaki (carne de cerdo salteado al jengibre), kaki fly (ostiones empanizados) y más.

Aunque se lea sencillo, el katsu sando es una joya por sí solo: el cerdo empanizado es suave por dentro, el pan viene tostadito y se acompaña de un curry que huele a tierras lejanas de mucha aventura con elementos avinagrados que palpitan en boca. Solo pruébalo.

Londres 209, Juárez. 55 5514 4324. Lun-sáb 12-7pm. $300.

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