Lo primero que me atrajo a Katsu Sando fue una ñoñada: me enteré de que el diseño interior era de la rifadísima Alejandra Medina ( Wine Bar by Concours Mondial de Bruxelles , Migrante ). Y, para el ojo, este restaurante sí fue una dicha: mantener una vibra informal y dominguera, había detalles elegantes e instagrameables como las grietas del piso de concreto, todas pintadas con dorado, que combinaban con los detalles también dorados del techo y de la barra que antecedía a la cocina abierta.
La onda de Katsu Sando –como su nombre lo dice- son los sandos, estos sándwiches japoneses hechos con un pan de caja que se hace con leche. Gracias a esta receta, el pan queda mucho más esponjoso y sabroso de lo usual. Además, los sandos se sirven cortados por la mitad, para que te dejes seducir por el relleno, que debe de verse guapo, y van sin orillas. Y, en este restaurante, también hay algunas opciones de ramen (entre ellos el vegano) y varias entradas.
Para acompañar los alimentos tienen sakes, vinos y cervezas japonesas y mexicanas. Yo me fui por un sake, que me sirvieron frío y en una copa preciosa, que combinaba perfecto con la belleza del diseño interior.
Para abrir el apetito empezamos con unas brochetas de hongos que venían con unas laminitas de bonito ahumado encima. Fueron riquísimas y perfectas para comenzar; el sabor ahumado le daba toda la onda a este plato.
Después seguí con un sando de portobello, y mi acompañante pidió un tonkotsu ramen, el tradicional de cerdo. El sando estaba rico; el pan, sí es una delicia. Aunque presentaba dificultades mecánicas: el portobello estaba completo, por lo que el sando era difícil de morder. Pero el punto de cocción del hongo era perfecto; estaba jugoso y crujiente, y venía con una capa también crujiente de empanizado.
El ramen también tenía sus bondades. Puntos extra porque tienen dos tamaños, chico y grande –para aquellos que empezaron poco o que quieren probar más de un plato-. Aunque el grande es una buena porción para una persona. El platillo resultó reconfortante para la noche lluviosa en la que fuimos a Katsu Sando. Iba calientito y con una porción adecuada de carne, ligeramente marmoleada.
Katsu Sando es un lugar perfecto para enchular tu feed de Instagram y para probar opciones diferentes de sándwiches. Como tip, no te pierdas los postres, que incorporan productos japoneses populares como los siempre rifados y bien recibidos Pockys.
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