Dónde comer por menos de $150 en Polanco

Un taco al día es la llave de la alegría. Así lo afirma sonriente un trío de trompos de pastor plasmado en la pared, obra de la artista mexicana Taquitojocoque, en la nueva taquería de Polanco: Los Villanos. Uno piensa primero, ¿este lugar será la respuesta a dónde comer por menos de $150 en Polanco? Y te podemos adelantar que sí, aunque todo depende del antojo y el número de órdenes (para darte una idea, un taco de pastor cuesta $18 y el de setas adobadas está en $25). Con una ojeada al menú se ve que hay de todo: costilla, rib eye, lengua, longaniza... Arranca con las bebidas, entre cervezas de $50 y $60, o una fresca agua de la casa ($35 chica, $50 grande) de piña, jengibre o perejil endulzada con miel de abeja. Si de tacos hablamos, los veganos vienen de La Vegan Taquería. El de tinga de zanahoria ($40) está jugosito, con un toque avinagrado y chipotle que pasa bien con aguacate. La hoja santa del de huitlacoche pasó casi inadvertida y pudo resaltar mejor al hongo ($45). Ya sabes, en la próxima búsqueda de dónde comer tacos veganos en la CDMX, Los Villanos son una alternativa. Para los carnívoros, el de pastor no superó nuestras expectativas, pero destacan las tortillas azules hechas a mano. Pregunta por las órdenes que puedes bañar con queso fundido, le añadirá más el sabor. De jueves a sábado cierran a las 5am, para que madruges sin hambre. Si Los Villanos te dicen que vienen a robarte el hambre, tú alza las manos y cureosea el menú.

Si creías que la manera única y correcta de comer es disfrutar de la pureza de un ingrediente y su cocción con tan sólo un par de acompañantes aliados, el poke llegó a decirte que no podías estar más equivocado. Es una preparación de origen mitad japonesa mitad hawaiana que te permite añadirle la cantidad de ingredientes que quieras para constituir un imperio de sabor y textura unificado en un tazón. En la versión tropicalizada de El Jaguaiano la imaginación es el límite; eliges entre más de 10 salsas, proteínas y 20 toppings para complementar una base de arroz blanco, integral, quinoa, coliflor o noodles de pepino. La trampa está en elegir la proteína ideal para tu poke personalizado, entre atún nacional, salmón chileno, pollo, fajitas de res, tofu o surimi, incluso cochinita pibil. Nadie te limita, pide todo en un mismo plato.  El chef Irak Roaro de Hotel Casa Awolly y Qü-Qoo Kitchen Bar está detrás de los tazones de la casa. La mejor versión es el del chef, con atún, salmón, surimi, ikura —hueva de salmón, nori, queso crema, pepino, cebolla, jengibre encurtido y una salsa de chiles toreados. Son muchos sabores pero todo se unifica al mezclarlo, especialmente con una medida adecuada de ponzu revelas el umami en su máxima expresión, además de una cremosidad del arroz con el queso crema que no te dejará soltar los palillos. Si crees que esta combinación no representa ningún reto para tu paladar, el de rib eye seguro te sacará humo por las orejas, con papas Flamin’ Hot y wasab

La entrada recuerda al portón de una casa de las novelas románticas de los años 60, la visita a esta heladería es toda una experiencia. Tiene un estilo muy limpio y ordenado, atractivo a la vista. El blanco predomina, así que los elementos coloridos resaltan, como la smiley face amarilla del uniforme de los empleados y los colores vivos de los helados. Mr. Nice basa su concepto en tener una experiencia nice, o bien buena y bonita. El servicio y la atención son increíbles, buscan no excluir a nadie. Para los más pequeños hay un banquito para subirse y alcanzar a ver los helados. El menú incluye desde los tradicionales helados de leche y chocolate, hasta helados para gustos excéntricos, veganos y hasta para las mascotas. Nice cream 4 all, helado bueno para todos es su eslogan, el cual se encuentra en el fondo con luces neón y tienen toda la razón, aquí todos encontrarán un helado a su gusto entre los más de 20 sabores: pink lemonade, matcha, malteada de fresa, flan, mazapán y más. Entre los helados preferidos está el de Nutella, Gansito o algodón de azúcar. Si quieres cuidar la línea, los sabores reducidos en azúcar son dark fudge a base de agua, cacao y miel de agave, combínalos para un delicioso helado de fuerte sabor a cacao, para los amantes del chocolate. El banana split no contiene azúcar añadida y es 100% vegano ya que contiene leche de soya; otra elección vegana es el red velvet hecho con cocoa holandesa y leche de soya. Uno de los más originales es el olive oil, que co

Para las prisas de mañana, tarde y noche, y de hoy y de siempre, llegó a Polanco un Cafelito, una barra rápida de café que también encuentras en la Condesa, lo identificarás por la curiosa bicicleta primigenia en su logo. Se trata de un local pequeño que despacha a gran velocidad tazas humeantes, sándwiches, bagels, y croissants. Tienen dos métodos de especialidad solamente, que son la prensa francesa y el dripper, pero no necesitas más porque uno te dará un café muy balanceado (parejito en sabor y aroma)  y el otro una mayor fortaleza de acidez en la extracción. En la mañana puedes desayunar con los molletes de pechuga de pavo o tocino, si quieres agregar café conviértelo en paquete que te costará 63 pesos. Puedes hacer lo mismo con los sándwiches e incluso con el pan dulce. No te defraudará su baguette con atún o el bagel dulce con mermelada y queso crema (o Nutella). El pan de los sándwiches  es artesanal, las rebanadas son más gruesas y tienen semillas, por la tarde queda perfecto con las sodas italianas, por la mañana con un té, que por cierto es de Tomás Té, una de mis casas de favoritas. Cafelito es perfecto para buscar la dosis de cafeína que te urge temprano por la mañana o después de la comida, además está a un costado del metro Polanco, puedes pedir lo que necesites para llevar.

Es un lugar pequeño y acogedor al que se va a comer tacos de mariscos. En Polanco es complicado encontrar un lugar que mantenga calidad y precio, de manera general la balanza se inclina hacia alguno de esos dos aspectos. Pues El Mero Mero cumple con ambas expectativas; es casual así que funciona perfecto para una comida rápida entre semana (restaurantes para oficinistas en Polanco) o una taquiza con cerveza artesanal de compañía durante el fin de semana. Te recomendamos el taco de camarón, es capeado al estilo norte de México con col morada y pico de gallo, tú eliges con qué salsa complementar y échale unas gotas de limón que le vienen muy bien al rebosado color dorado. El taco de pulpo es otra de las especialidades, el toque particular es el aderezo de aguacate y una costra de queso que hace más que decorarlo. Los platos de peltre azul rey ya se ven en todos lados, pero no dejan de embonar perfecto con este tipo de conceptos y resaltan los colores de la verdura que acompaña y decora cada taco. Además hay caldos y tostadas, también paquetes entre 110 y 130 pesos en los que puedes probar el típico caldito de camarón, un burrito y agua fresca de fruta. De pronto te pueden ofrecer promociones de chelas al estilo compra dos y llévate una gratis, pregunta en cuanto llegues. Nos gustó que el lugar se llame El Mero Mero, no tanto porque tenga un menú extravagantemente original y sea único en su clase, sino que todo indica que es una propuesta que no te va a fallar cuando buscas mari

Cuando alguien pregunta por unos buenos tacos en Polanco, el 90% de los conocedores recomiendan el Rey del Suadero. Es una taquería que apenas se asoma sobre Horacio, a unas cuadras de Mariano Escobedo. Por fuera y del lado izquierdo verás el enorme trompo de carne al pastor y del lado derecho la freidora especial para el suadero, en donde se aglomeran los oficinistas de Polanco a partir de las 2pm. Todo el día hay movimiento en esta taquería, y no es para menos pues aunque su nombre es muy claro, el suadero no es lo único deleitoso que te ofrecen. La carne al pastor la sirven dorada y sabe mejor en tortilla de maíz con cebolla y cilantro; la lengua es suavecita y justa en sal, con salsa verde; el suadero también es otro tema, la carne es jugosa, poco grasosa y con sabor y textura característicos que le da la fritura. También hay longaniza, cabeza, costilla y chuleta, que puedes pedir en tortilla de harina o torta. También preparan birria, puedes pedir desde media orden (45 pesos) o para abrir el apetito un consomé. No dejes de probar la especialidad: la creación del rey. Se trata de un pan árabe –pita– tostado con carne de suadero, tienes que pedirlo con queso y bañarlo la carne en salsa roja. Para beber, el mejor acompañante del suadero es la cerveza, con clamato, michelada o chamoy; ideales para la cruda. Una vez que pruebes los tacos del Rey del Suadero serás tú mismo quien decida si son dignos de rendirles tributo. 

**En cambio de locación** De niño necesitas lugares mágicos: un árbol gigante, un terreno baldío, las jugueterías y papelerías, los cines (¿recuerdan el Continental, con su fachada de castillo?) y, por supuesto, las heladerías, que cuando son tan juguetonas y sofisticadas como Gelatoscopio, nos devuelven esa magia también a los adultos. Este alegre local con diseño de Esrawe + Cadena presenta postres helados creados por Fernanda Prado, ex directora de Espai Sucre —asociada con Tatiana Ortiz Monasterio—, en los que cada complemento refuerza o contrasta el sabor principal, para quedar a medio camino entre el postre de restaurante y el de vitrina. Todo se elabora con ingredientes naturales, con la técnica italiana del gelato, que la chef Prado perfeccionó con el experto Angelo Corvitto. Me conquistó su té verdísimo, un helado de matcha apenas amargo, balanceado con crujientes palomitas acarameladas, caramelo salado y cono de mantequilla, inspirado en el genmaicha (té verde con arroz tostado). También amé su elegante sueño de lavanda, con sorbete de lavanda, duraznos y algodón de azúcar mentolado, y el key lime, que recrea el clásico pay con un sorbete de limón amarillo cubierto con merengue flameado y crumble de almendra. Luego regresaré por los de chocolate, fresa, lichi y, cuando pruebe todos, me quedarán sus malteadas y especiales de temporada: qué felicidad.

Si trabajas por la zona de Polanco te recomendamos que te des la vuelta a esta tortería; tiene excelentes propuestas y precios bastante amigables. El menú cuenta con opciones completas para todos los gustos, encontrarás lo que buscas; desde unas enchiladas suizas ($82) o una carne a la tampiqueña ($130), hasta wraps y chapatas. De las sopas la más pedida es la de tortilla, o si quieres algo más pesado están los frijoles charros. Hay tres opciones de ensaladas con pollo o atún, por si logras convencerte de no pedir una torta. Ven por una torta poblana si sabes lo que te conviene y no te quieres quedar con hambre: es de chile relleno, capeado y toda la cosa, aunque sin caldillo pues tu torta se haría un desastre. Tiene muchísimo queso de relleno y milanesa, Es una de esas tortas que procuras comer más veces que sólo de vez en cuando. Con cada mordida te convence de ser la mejor torta que tienen en el menú. Otras opciones son la kentucky con pechuga de pollo, la tres quesos con manchego Oaxaca y queso amarillo, la polinesia de pastor o la hawaiana de pierna y piña. De las chapatas, la memorable es la texana hecha con pollo a la BBQ cocinado en la parrilla, tocino y queso manchego; tiene el toque ahumado y dulce de la salsa BBQ sin tener un sabor aritificial, además combina perfecto con las rajas y zanahorias en escabehce que te sirven en la mesa.  Las Tortugas se posiciona en Masaryk como uno de los restaurantes perfectos para oficinistas en Polanco. 

En la concurrida avenida de Horacio, Polanco Market se esconde como una de las mejores opciones en la zona para quienes buscan desde joyería o ropa, hasta un postre, todo artesanal y de manos mexicanas. Para los oficinistas de la zona, su oferta gastronómica les cae perfecto. Está Tivonit, una opción completamente vegana que además ofrece paquetes. Por 99 pesos puedes comer una hamburguesa de portobello, ensalada y agua del día. Si comes carne la opción es La Cochinería, te recomiendo el burrito con queso ($55) o los tacos. Para el postre ve a los helados Finno que se encuentran coquetamente en la parte izquierda de la entrada; por si vas de paso, rápidamente te surtes. Te cuesta $40 el sencillo, pero lo vale porque son elaborados 100% de manera artesanal: mi recomendación es el de té negro con chocolate. Péchesucrés Pâtisserie tiene éclairs, choux rellenos de crema –exquisitos–, macaron y pasteles, justo al lado de las fresas cubiertas con chocolate. Échale ojo a la ropa que hace Karani Art o la joyería en plata de Goba; los precios de verdad me sorprendieron. 

Dentro de Marché Dumas, es un espacio relajado para comer hot dogs, desde uno mini, hasta uno con chilli y queso cheddar gratinado. Las salchichas son 100% artesanales, puedes pedir de cerdo, ternera, vegetariana o mixta para que no te quedes con ganas de nada. Los hot dogs más antojables son el bowie, con cebolla caramelizada y queso brie; luego el clapton con tocino, cebolla crujiente y barbacoa. Los poderosos son dos: el jagger y el santana, con una salchicha rellena de queso gouda y jalapeños ($120). El jagger podría competir con varios restaurantes italianos por la mejor salsa carbonara de la ciudad. Es generosa en tocino y en cremosidad. Llama la atención el tamaño, muy grande, y su pan recién horneado, suavecito y esponjoso pero resistente a la humedad de la salsa. Las papas de guarnición no podían faltar. Tip: Diario después de las 6pm todos los jochos son al 2x1.